Otro caso en el que la justicia no ha estado a la altura que de ella se espera es el de la grancanaria Minerva Marrero, de cuyo caso hemos escrito mucho en CANARIAS AHORA. Es la mujer de 26 años en estos momentos detenida y a disposición de la Audiencia Nacional para ser enviada a Alemania para responder por una denuncia por secuestro de su hijo. La denuncia la formuló otro canario con nacionalidad alemana, Nicky Chellaram, que en estos momentos tiene al hijo de ambos en Munich después de que el juzgado de Violencia 1 de Las Palmas de Gran Canaria se desentendiera, alegando incompetencia, de la denuncia por malos tratos que Minerva interpuso contra su esposo. Otro juzgado de la ciudad tramita la petición de divorcio, pero la esposa no ha podido presentarse a las comparecencias correspondientes a las que tampoco ha acudido la otra parte del litigio. En el aire ha quedado sin resolver el papel de la comisaria jefe del Cuerpo Nacional de Policía, Sagrario de León, que jugó a proteger a Minerva deteniéndola más tiempo del necesario; la fiscalía de menores, que no tuvo en cuenta más factores que lo que decía la juez alemana que reclamaba la devolución del niño, y las contradicciones que en esa denuncia, presentada en Munich, sin escuchar a la madre del niño, ha dado lugar a tanto disparate seguido. Su hermana Teresa ha promovido en Internet una petición para que las autoridades españolas frenen esa extradición. La noche de este viernes, la cosa rondaba ya las 60.000 firmas.