Dice la referida moción, ensolerada en los talleres de la demagogia más retorcida, que la Radiotelevisión Canaria “es un instrumento público que debe estar al servicio de la ciudadanía y del interés general y no al servicio particular ni bajo el interés político de ninguna formación”, con lo que estamos absolutamente de acuerdo; que “RTVC sigue contando con un director general, Guillermo García, que no ha sido nombrado en sede parlamentaria”, afirmación absolutamente veraz e incontestable; que en los próximos presupuestos “aumenta en 2,1 millones de euros el presupuesto de RTVC mientras la dirección toma la decisión de despedir a un numeroso grupo de personas del ente público”, cierto, y que “la producción de lo que se emite en la Televisión Canaria está en manos de alguien que ejerce de juez y de parte, violando el principio de pluralidad que debe cumplir cualquier servicio público”, en referencia al director de Producción del ente, Rubén Fontes, que es destacado militante de Coalición Canaria. Siendo discutible lo último, porque un jefe de producción no decide los contenidos informativos ni contrata los programas de una televisión, cosa que saben los que redactan las mociones al PP, todo lo demás es una realidad que era exactamente igual que cuando los populares gobernaban en Canarias. Porque el director de Informativos sigue siendo el mismo, Miguel Ángel Daswani; el director general, Willy García, el mismo que viste y calza, y los presupuestos, fitetú, son en estos momentos los más bajos de la historia del invento.