¿Qué fue del Observatorio del Cambio Climático?

Además del Día del Padre, enfocado a que los grandes almacenes hagan su agosto en marzo, el próximo día 19 se celebrará el Día del Planeta, una conmemoración que moviliza a millones de personas para hacer un gesto frente al cambio climático: apagar las luces entre las 20.30 y las 21.30 horas. Hasta Mariano Rajoy, alejado ya de las doctrinas de su primo, profesor en la Universidad de Sevilla, reconoce que el problema existe y que es grave, lo que no equivale automáticamente a que esté haciendo o haya hecho nada por contribuir a la causa. Que le pregunten a su ministro de Industria en funciones, José Manuel Soria, que hasta este mismo miércoles insistía en negar el pan y la sal a las energías renovables. El Gobierno de Canarias no se queda atrás en esta delirante huida hacia el abismo ambiental: el Gobierno de Paulino Rivero, con José Miguel Pérez de consejero de Sostenibilidad, se cargó el Observatorio del Cambio Climático en cuanto entraron en vigor las leyes y decretos que obligaban a las autonomías a dar profundos serruchazos a sus presupuestos. Con la llegada de los “aires nuevos”, el Gobierno de Fernando Clavijo anunció, al cumplir sus primeros días de mandato en octubre pasado, que ya estaba tramitando la reposición de ese importante órgano de asesoramiento, vigilancia y concienciación para ponerlo en marcha apenas empezara este 2016. Se prepararon convenios con la Fundación Universitaria de Las Palmas y con el Cabildo de Lanzarote –santo y seña de la lucha contra las prospecciones petrolíferas y tierra castigada por la corrupción urbanística pese al legado intelectual de César Manrique-, pero cinco meses después no se tienen noticias de ningún tipo. Más bien al contrario, lo que trasciende apenas preguntas a las partes en presencia es que la viceconsejera del ramo, Blanca Pérez, no da un palo al agua y no muestra interés alguno ante los continuos requerimientos que le hacen los movimientos ecologistas, los colectivos sociales, las Universidades y el Cabildo de Lanzarote. Los calificativos más suaves que se profieren sobre este alto cargo de la administración clavijista son “incompetente” y “mentirosa”. Ninguna gestión de alto calado político cabía esperar de la señora Pérez, colocada ahí por Clavijo por motivos que nadie es capaz de explicar, pero por lo menos que no estorbe.

  

Se les adelantará Gran Canaria

Tampoco llegan buenas referencias de la viceconsejera canaria de Medio Ambiente cuando preguntas en la Agencia Española de Meteorología (AEMET). No contesta a las continuas invitaciones a colaborar institucionalmente con el centenario del observatorio meteorológico de Izaña (y eso que está en Tenerife) o a la renovación de los convenios de investigación que el Gobierno y ese organismo estatal tienen vigentes, ahora mismo en el alero. A Izaña van a acudir jefes de Meteorología de toda Europa para conmemorar esos fastos tan importantes y nada se sabe del Gobierno de Canarias. Poca preocupación por la materia hierve en ese equipo si tenemos en cuenta que Fernando Clavijo suspendió su discurso en la Cumbre del Clima de París porque prefirió quedarse en las islas para la pegada de carteles de las elecciones del 20 de diciembre con el resultado para su partido de todos conocido: una diputada, la señora Oramas, que no lo dejó ir. Así las cosas, en el Cabildo de Gran Canaria se lo han tomado bastante más en serio y, tras conocer la desidia gubernamental en esta materia del cambio climático, está estudiando seriamente la posibilidad de poner en marcha un observatorio propio que, de confirmarse el fracaso de la viceconsejera, podría convertirse en el referente regional. Estaría bonito que Antonio Morales le restregara por las narices a Fernando Clavijo un logro así y encima lo presentara como “proyecto estratégico” para ser financiado con fondos del IGTE. A este paso, Coalición Canaria y Pedro Sanginés van a perder la oportunidad de capitanear el santuario para cetáceos en aguas de Lanzarote y Fuerteventura o la observación satelital de las rutas marítimas que pasan por Canarias para el control de vertidos y otras jediondadas. Pero ya se sabe, la prioridad es sacar como sea la Ley del Suelo, que para eso “gobernamos para los empresarios”, palabrita de presidente.