Nos hemos tomado la molestia de revisar el programa electoral del PP para Las Palmas de Gran Canaria en los aspectos de movilidad a ver si, por un descuido, se nos había escapado esa magna obra vial que pretende perpetrar el alcalde junto a la playa de Las Alcaravaneras para resolver un problema de tráfico, el que se crea en dos momentos concretos del día: por la mañana, con los vehículos que acceden a la Avenida Marítima desde el Norte y a través del túnel de Julio Luengo; y a eso de la una de la tarde, al producirse la salida masiva de coches desde la zona industrial de El Sebadal. Muy al contrario de lo que cabría esperar, el programa electoral con el que Cardona ganó su mayoría absoluta municipal no contempla en absoluto esa obra. Muy al contrario. En varios pasajes de sus promesas electorales se apuesta decidida e inequívocamente por “un litoral más accesible”, por “un urbanismo sostenible que piense en la movilidad y en la recuperación del espacio público para el uso y disfrute de los vecinos”. Es más, en el capítulo concreto de la movilidad, la apuesta del PP en su programa habla de tres ejes fundamentales, y ninguno de ellos es el vehículo privado ni el tráfico rodado. Esos tres ejes son “la movilidad del peatón, la apuesta decidida por la bicicleta como medio de transporte alternativo y la potenciación definitiva del transporte público”. Literal.