Ana Oramas no se esconde para contarlo, por mucho que pudiera parecer que se le escapó la noche del miércoles en medio de una tertulia con periodistas en Televisión Española. La portavoz de CC-NC en el Congreso de los Diputados lo ratificó este viernes ante los micrófonos de CANARIAS AHORA RADIO: un dirigente del Partido Popular, cuyo nombre se ha reservado, le reconoció abiertamente que la negativa a permitir que Amaiur formara grupo propio en la Cámara era “una decisión política” absolutamente contraria al ordenamiento constitucional. Ese dirigente le aseguró a Oramas que el recurso de inconstitucionalidad de la formación abertzale prosperará ante el Tribunal Constitucional, “pero para entonces habrán pasado tres años” y quedará solo uno para el final de la legislatura. Eso si no consigue el PP, con las artes que ya conocemos, que el tribunal se entretenga más allá de lo habitual. La cuestión no solo perjudica de manera injusta a Amaiur, que reune los requisito que históricamente han servido para tener grupo parlamentario propio; también perjudica a CC-NC y al amplio ramillete formado por un total de ocho partidos que han de compartir de manera esquizofrénica los tiempos y demás asignaciones que reglamentariamente se reconocen a los integrantes del Grupo Mixto. Pero así son las cosas del cambio político en España.