Hasta el momento ninguno de los licitadores perjudicados ha logrado paralizar el concurso de las radios en Canarias. Ni pudieron con las bases ni con los criterios de adjudicación ni con las adjudicaciones mismas, si descontamos una revisión de baremación que condujo a un cambio en una de las nueve frecuencias adjudicadas en Las Palmas de Gran Canaria. Muy al contrario, algún que otro perjudicado, como un despacho de abogados de Madrid que responde al nombre de Díez & Romeo, hasta se ha llevado una denuncia del Gobierno por presuntamente falsificar un sello de correos con el que aparentar que había llegado a tiempo con noventa ofertas de empresas que finalmente se han quedado sin posibilidad alguna. Entre las perjudicadas por la negligencia de los madrileños, que ahora quieren areglarlo recurriendo hasta la teoría de la relatividad, se encuentra una de las radios que Soria siempre tuvo presente en sus oraciones, Radio Aventura, de Telde, especializada en defender los casos de corrupción del Partido Popular y de Ciuca, dos socios para la eternidad. El PSOE, que ahora comparte Gobierno con Coalición Canaria, no sabe dónde meterse para descolgarse de un concurso con el que nada tuvo que ver ni en los inicios ni durante toda la tramitación. Es más, llegó a oponerse, siendo oposición, a que Rivero lo sacara justo en las vísperas electorales de 2011. Pero ya subido en el machito bastante ha hecho con no tocar ni un papel del asunto, uno de los pocos que le han servido para evidenciar al menos un desmarque, una seña de diferenciación.