Recortes hasta en la garita

Todavía no ha abandonado Rajoy su confortable despacho en la calle de Génova y las convulsiones de los temidos recortes ya se hacen notar por toda la superficie patria. Allí donde hay un gasto, tijeretazo que te crió, zas. Algunos son dramáticos, como los detectados en Murcia o Galicia, donde se hace pagar los servicios sanitarios a los parados que han perdido todo tipo de prestación, como ocurrió en Canarias en la etapa del PP pero que acabó corrigiéndose ante el escándalo del abuso. Hay recortes más sandungueros, como el que hoy les acercamos aquí. En la sede de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife hemos detectado un curioso tijeretazo, propinado nada menos que a una suerte de garita de vigilancia que ha sido socarronamente construida en el hueco de una escalera. Las comisiones de seguridad y salubridad laboral ya han puesto el grito en el cielo y los informes sobre la mesa (se dice así, informe), y ya han obtenido la primera respuesta de la Administración municipal: la garita no reune las condiciones mínimas exigibles para desempeñar un trabajo digno. El cubículo en cuestión mide 1,80 por 1,40, y ha sido habilitado en plan butrón a espaldas del negociado de Recursos Humanos, que ya ha informado a la superioridad de esos y otros fenómenos extraños detectados en la sede policial, donde por no haber no parece que haya siquiera sillas de las que a Rajoy gusta llamar “como Dios manda”.