Por fin regresa a la primera línea orgánica socialista una de sus figuras más admiradas, Carmelo Padrón, quien llegara ser viceconsejero de Medio Ambiente con Jerónimo Saavedra, con quien ocupó de modo efímero la cartera de Urbanismo en la última aventura municipal del actual Diputado del Común. Padrón ha aceptado poner la nota de veteranía en la candidatura de Gabriel Corujo y se presentará como presidenciable del partido, un puesto con más carga simbólica que ejecutiva, pero que adquiere todavía más peso simbólico con este catedrático de Derecho Urbanístico que se apartó en una ocasión tras sufrir una injusta persecución judicial de trece años de duración que quedó exactamente en nada. Padrón es la honradez y la izquierda tranquila dentro del PSOE, y mucha gente aplaude su regreso, fraguado en alguna que otra conversación matutina en la plaza de las Ranas. Del lado de Franquis se han alineado otros destacados militantes que prefieren la continuidad, lo que consideran apuesta segura, como Augusto Hidalgo o Alfonso Campoamor. Una vez más no parece contar con uno de sus más decisivos apoyos, el de Emilio Mayoral, cuyo grupo es más propenso a un cambio. El jueves se sabrá si la militancia quiere darle la vuelta al ensimismamiento o si han hecho efecto los correos electrónicos masivos enviados por Franquis con los ordenadores del partido.