Y ya que citamos el Puerto de la Cruz, se recrudece el mar de fondo en el funcionariado municipal a raíz de unas medidas sobre cumplimiento de jornada de trabajo dictada por la autoridad, por llamarla de algún modo. Se supone que desde el día 1 de marzo los trabajadores públicos debían salir a las tres de la tarde, pero el malestar ha ido creciendo de tal forma que ya son más de veinte los escritos registrados con destinatario el señor alcalde, el gran Marcos Brito (CC). En esos escritos se solicitan aclaraciones a las determinaciones tomadas por el gobierno local de puro consusa que son. La junta de gobierno tenía previsto este lunes interpretar el alcance de lo aprobado por el pleno y uniformar criterios de flexibilidad solicitados por los funcionarios. Cómo será de desconcertante la cosa, que hasta entre miembros del grupo de gobierno han saltado chispas de discrepancia, con lo que no se descarta una revisión de los reajustes horarios. En varias áreas municipales siguen que trinan y al acecho.