Decían que iba a ser un pleno de trámite el que este viernes celebraría el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para despedir el año. Pero está claro que con José Manuel Soria de alcalde y Marino Alduán de portavoz de uno de los grupos de oposición, es imposible eso del trámite y el buen rollito navideño. Permítannos que simplifiquemos de entrada y les resumamos el pleno remitiéndonos a una canción que lo fue de un verano y que amenaza con serlo de este final de año municipal. Nos referimos a El Venado, de Wilfrido Vargas, un temita muy bailongo a la par que primario, en el que se relata una historia de cuernos para concluir que, en realidad, sólo “son rumores, son rumores”. En eso mismo, en que “son rumores, son rumores”, se basó Soria para pasar de puntillas sobre la moción de Alduán acerca de las presiones que el tal Larry Álvarez ejerce habitualmente sobre periodistas y medios de comunicación en nombre propio y de otros de superior rango. Y como a los rumores no hay que darles crédito, nuestro hombre, el alcalde, miró para Tamaraceite. Es decir, que lo publicado en este periódico y en La Provincia acerca de esas presiones son rumores. Analicemos pues qué es noticia en versión soriana.