Pero este expediente a la funcionaria Roldán tiene otros muchos ingredientes que empeoran su existencia misma. Por ejemplo, que se lo haya abierto una secretaria general cuyo nombramiento ha resultado anulado por una sentencia de la Sala de lo Social de marzo pasado, sentencia por cierto que no ha sido ejecutada por el Gobierno probablemente porque sus servicios jurídicos andarán demasiado entretenidos en defender a quienes no deben y dejar tirados a los que debiern defender. Pero, además, se conoce en una semana en la que el Boletín Oficial ha publicado una curiosa orden de Función Pública por la que se amplía la lista de espera de opositores en expectativas de ser llamados por la Comunidad Autónoma hasta incluir a los que en las pruebas de acceso solo aprobaron el primer examen. Se trata de una convocatoria para ingenieros de Caminos, es verdad, pero suena pintoresco. Y, de remate, añadan el mosqueo del personal con el previsible retraso en los salarios con motivo de la repentina y muy oportuna avería del Meta 4, la aplicación informática que gestiona la confección de las nóminas. No ha sido, precisamente, la semana más gloriosa del mandato del consejero de la cosa, Francisco Hernández Spínola. A ver si el congreso del PSOE le sale mejor, aunque sea equivocándose.