El nuestro ministro canario, José Manuel Soria, tampoco se ha quedado quieto, y sus primeros anuncios y decisiones no han dejado indiferentes a los sectores sobre los que tiene competencias. Por ejemplo, ya ha proclamado que se acabaron las bonificaciones a las tasas aeroportuarias, lo que equivale a poner en peligro el incremento del millón y medio de turistas que han llegado a Canarias gracias al establecimiento de nuevas líneas aéreas primadas. También ha anunciado el fin de las bonificaciones para una mayor penetración de energías renovables, particularmente la éolica, lo que para Canarias provocará un duro contratiempo en un sector retrasado precisamente por culpa de la mala gestión de su hermano Luis y el escaso interés de los sucesivos gobiernos en los que ha estado el PP. Pero, paralelamente, el ministro Soria ha anunciado que desbloqueará de manera inmediata la penetración del gas en Canarias, y a la misma tarea ya se han aplicado sus correligionarios isleños, con José Miguel Bravo de Laguna a la cabeza, tratando de hacernos creer a todos que el único problema es la burocracia o la ineficacia de los malditos socialistas, que acaban de llegar al Gobierno de Canarias, como quien dice. Veremos de qué son capaces y si lograrán imponer la central en Arinaga, como pretenden.