El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Lo que se juega Coalición Canaria
“Nosotros no tenemos esos problemas”, comentaba informalmente la noche de este jueves, en la Fundación Mapfre Guanarteme, el secretario general del PP canario, Asier Antona. Eso que para el PP son “problemas” en otros partidos se denomina democracia interna, una más amplia que otra, unas primarias en el PSOE y un Consejo Político Nacional de Coalición Canaria, que este viernes va a jugarse algo más que una decisión puramente orgánica. Porque las vueltas que ha ido dando la elección de candidatos autonómicos para 2015 han colocado a esos 92 hombres y mujeres del máximo órgano entre congresos de los nacionalistas en una tesitura más delicada que la que existía cuando empezó a plantearse el debate de sustituir a Paulino Rivero en nombre de una pretendida renovación. Ya no solo se trata de discutir la idoneidad del actual presidente o la del alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, para encabezar la lista de ese partido en mayo próximo. Ya se ha superado incluso el debate sobre la alternancia provincial que antaño era sagrado en esa formación política. Ni siquiera es la renovación tan proclamada por quienes llevan demasiado tiempo medrando el factor más importante que tendrán que dilucidar entre este viernes y mañana sábado esos elegidos. En una crisis tan generalizada como la que sufrimos ha pasado a ser anatema la lucha intestina de los partidos políticos, decidir en base a simpatías, estómagos agradecidos o ambiciones personales, para pasar a ser trascendental la búsqueda de fórmulas que devuelvan la confianza de la gente en sus representantes. Eso es lo que tienen que plantearse los miembros del Consejo Político Nacional de CC.
Un Gobierno decapitado
Parecía que se iba a quebrar por primera vez en la breve historia de la autonomía de Canarias esa maldición no escrita según la cual todos los pactos de Gobierno debían romperse a seis meses vista de las elecciones. La sintonía entre Paulino Rivero y José Miguel Pérez, y el aislamiento en el que se ha sumido el Partido Popular, iban a hacer posible que el Gobierno llegara unido hasta mayo de 2015. Ambos socios, PSOE y CC, parecen a día de hoy conjurados a negarle a los populares cualquier posibilidad de regresar al poder para aplicar las políticas devastadoras que han provocado una sociedad más injusta y desigual en toda España. El proceso interno abierto en CC ha hecho posible que el PP albergue un rayo de esperanza, porque como reconocen sus dirigentes, la única posibilidad de pacto a día de hoy es la que puede ofrecerles Fernando Clavijo. Si el alcalde de La Laguna ganara este fin de semana su pulso interno con Paulino Rivero, su primera decisión sería ordenar al grupo parlamentario la ruptura con el PSOE, y así marcar distancias con un socio que a la vieja ATI le resulta absolutamente incómodo. Con un Paulino Rivero derrotado por su propio partido, no por las urnas, y con un vicepresidente, José Miguel Pérez, que este mismo jueves anunciaba su intención de no repetir como candidato autonómico por el PSOE, el PP ordenaría a la banda más cercana entonar cualquier marcha militar para iniciar su paseo triunfal de regreso al poder. Porque tendría enfrente a un Gobierno decapitado y a dos líderes de los adversarios que no se sientan en el Parlamento ni forman parte del Gobierno. Clavijo gobernaría estos próximos nueve meses desde su despacho en la Laguna y Rivero no tendría más opciones que la de someterse a los dictados del nuevo líder o dimitir. Un panorama tan desolador y políticamente tan desquiciante que incluso empieza a hacer temblar a muchos dirigentes de CC proclives al candidato Clavijo.
Cataclismo en el PSOE
A la revoltura ha contribuido este jueves la decisión de José Miguel Pérez de no presentarse a las elecciones en 2015. O, por ser más precisos, su decisión de no someterse a primarias para optar a ser el candidato del PSOE canario a la presidencia en las próximas elecciones. Lo venía meditando desde hace tiempo, eso es verdad, lo que resta credibilidad a las versiones que hablan de que sufrió una encerrona de algunos de sus notables (Emilio Mayoral, Augusto Brito, Ángel Víctor Torres…) que le obligaron a dejar la política canaria. Es cierto que recientemente se celebró una comida en casa de Augusto Brito, en Monte Luz, Tafira Alta, en la que se debatió esta cuestión y se pactaron algunos términos. Pero la decisión de Pérez nada tiene que ver con las ambiciones y los miedos de algunos de los presentes, ni con su temor a perder unas primarias y tener que salir por la puerta de atrás. Todo está relacionado con su reciente ascenso a la política federal del PSOE al ser elegido por Pedro Sánchez (con el inestimable concurso de Susana Díaz, la lideresa andaluza) como secretario de Educación de la Ejecutiva Federal. El secretario general del PSOE lo quiere en Madrid para que lidere una de las acciones que los socialistas consideran crucial para recuperar el pulso de la calle. Sabedores de que una de las brechas más importantes que ha abierto el PP con la sociedad es la educación y que Pérez pasa por ser el mejor consejero del ramo que ha tenido Canarias en décadas y aun en vacas flacas, Pedro Sánchez le ha pedido que se traslade a Madrid para que ponga en marcha un pacto nacional por la educación que refleje las evidentes diferencias que en esta materia el PSOE tiene con el PP. Pero para eso ha de abandonar la política en Canarias, ocupar plaza en las Cortes Generales y prácticamente vivir en Madrid media semana. Era una tentación imposible de rechazar dada la vocación del interesado, y a esa oferta ha contestado que sí. Su marcha de la política ejecutiva (seguirá como vicepresidente y diputado hasta mayo, y como secretario general hasta que haya congreso regional) abre un interesante proceso dentro del PSOE, proceso que se iniciará con unas primarias el 19 de octubre próximo para elegir quién será el candidato o candidata a la presidencia del Gobierno.
Gustavo Matos contra alguien sin identificar
Lo que para el PP es “un problema”, para el PSOE es una oportunidad magnífica de darle la vuelta a su actual situación. Las encuestas le otorgan en estos momentos unos malos resultados en unas eventuales elecciones autonómicas, 14 diputados, uno menos de los que tiene ahora mismo. Sin ser catastróficos no son desde luego unos números edificantes. Un proceso abierto, limpio y amplio de primarias y, sobre todo, la elección de una persona que realmente pueda sintonizar con los desencantados votantes del PSOE puede dar un vuelco espectacular a esas previsiones. De momento se sabe que hay un solo candidato, Gustavo Matos, que este jueves lo comunicó formalmente a la Ejecutiva, pero que lleva más de un año recorriéndose todas las agrupaciones locales del PSOE en Canarias para darse a conocer y conocer a sus compañeros. Este mismo miércoles, sin ir más lejos, estaba en Santa María de Guía dando una charla sobre las perversas intenciones que abriga el PP con su non nata reforma electoral. Todavía no se sabe a quién tendrá que enfrentarse Gustavo Matos en su carrera a ser elegible, pero todo apunta a que el aparato le opondrá a Carolina Darias, actual portavoz socialista en el Cabildo de Gran Canaria que este mismo jueves por la noche negaba a los periodistas que le preguntaron que haya tomado ya la decisión. Serían sus primeras primarias, valga la cacofonía, que en su caso se transforma en marrón titánico porque apenas tendrá un mes para organizar y ejecutar su campaña. Deberá contar con el aparato del partido, pero quizás sea esa una pesada carga que le reste votos. José Miguel Pérez y su entorno más irreductible (Julio Cruz, Spínola, Mayoral, Demetrio Suárez…) tienen un miedo atroz a los compañeros de viaje de Matos, particularmente a Javier Abreu, secretario general de La Laguna, y tratarán por todos los medios de contrarrestar las desventajas de Darias ungiéndola como la elegida.
Otros posibles candidatos
El anuncio de José Miguel Pérez de no concurrir a las próximas autonómicas cogió a los suyos con el paso cambiado. Particularmente a un grupo muy destacado de alcaldes del sur de Tenerife que le estaban preparando una emboscada promocionando a la diputada nacional Patricia Hernández, que a estas horas ni sabe ni contesta. Con la excusa de la pobre vida orgánica protagonizada por el todavía secretario general, los Rodríguez Fraga y compañía promovían un movimiento de derroque de José Miguel Pérez que ahora tendrán que reconvertir para poder tener presencia e influencia en el nuevo escenario que se abre. Patricia Hernández, que fuera martillo y azote de esos alcaldes del Sur de los que echaba pestes, nunca ha parecido pretender un cambio de actividad política que le hiciera abandonar la Carrera de San Jerónimo, pero era utilizada por los rebeldes contra el secretario general. En Gran Canaria, mientras tanto, se da por hecha la candidatura de Ángel Víctor Torres al Cabildo y de Augusto Hidalgo y Gabriel Corujo, primarias mediante, a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. La designación de Hidalgo por parte del aparato de Chano Franquis ha sentado como una bomba en la principal agrupación local de la isla. Se decidió sin convocar a la Ejecutiva, lo que refleja muy a las claras cómo están las cosas. Franquis, que no se esconde para pedir que a él lo dejen en 2015 en el Congreso de los Diputados, se enfrenta en estos momentos a una denuncia por afiliación ilegal de más de un centenar de militantes que llegaron del CCN en aluvión de la mano del histriónico José María García Quer. Como le ocurrirá a Carolina Darias, Augusto Hidalgo partirá con el apoyo (y el lastre) del aparato, mientras que Gabriel Corujo se presenta como miembro del equipo de Bases 2020, que ha catapultado a Gustavo Matos.
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