Soria ha sido durísimo con la instrucción del caso Las Teresitas en el TSJC, aún sin conocer las piezas que siguen secretas ni los motivos por los que se le ha sobreseído a Zerolo el delito de cohecho, el mismo miren ustedes qué cosas, que le archivó el alto tribunal canario con la abstención de la magistrada ahora caída en desgracia, Carla Bellini. Porque sí, efectivamente, la señora Bellini se abstuvo ante el recurso de apelación interpuesto por Justicia y Sociedad en 2009 contra el archivo del caso salmón. Entonces, la juez alegó una vieja amistad íntima con el presidente del PP canario, la misma razón que adujo el mismo año para no participar en la deliberación del archivo del caso chalet, aquel por el que este periódico descubrió que el líder conservador vivió veintipico meses en versión gratis total en una vivienda de lujo del empresario al que quiso beneficiar en el concurso eólico, tramitado por su hermano Luis en la Consejería de Industria y por él mismo desde el Cabildo. Bellini, sin embargo, no se abstuvo en el archivo de otra causa que afectó a su amigo José Manuel, la denuncia del ciudadano Francisco Cabrera por las mentiras vertidas por Soria en el Parlamento precisamente en la comisión de investigación del concurso eólico. Por cierto, una actuación de la magistrada que motivó una queja ante el CGPJ de la que jamás se supo y de la que Soria seguro que sabe. “Estoy profundamente indignado con el funcionamiento de la Justicia y de quienes hacen ese tipo de instrucciones”. Y nosotros, querido diputado, y nosotros, ciudadanos que asistimos perplejos a estas cantinfladas suyas.