El autoconsumo consiste en potenciar la autogeneración de energía mediante procedimientos renovables en hoteles, industrias u hogares, bien por pequeños generadores eólicos o por paneles fotovoltaicos. La industria o el domicilio produciría la energía necesaria para su consumo particular y metería en el sistema la sobrante, para lo cual sería preciso un dispositivo que calcule el balance neto, la diferencia entre lo que enviaría ese usuario a la red y el canon a pagar por estar enganchado a él. El usuario pagaría mucho menos por la energía de lo que está pagando en la actualidad porque solo habría de hacerse cargo de la amortización de sus equipos y de ese pequeño peaje por el uso de las redes eléctricas. En el Gobierno dan por hecho que el ministro Soria se opondrá radicalmente a que en Canarias pueda aplicarse este sistema de autoconsumo, y pondrá todas las pegas del mundo precisamente a partir de la puerta hacia afuera del domicilio del usuario, justo donde hay que colocar el contador de balance neto, que parece ser competencia ministerial. Pero el Gobierno canario parece empeñado en sacar el proyecto adelante contra viento y marea.