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Transición Ecológica del Gobierno de Canarias estudia posibles sanciones por vertidos químicos en el barranco grancanario de Azuaje

Imágenes del barranco de Azuaje

Canarias Ahora

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La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias ha realizado este lunes, 8 de mayo, una visita al entorno del barranco de Las Madres, Guadalupe y Azuaje, en Gran Canaria, para levantar acta e informe sobre un posible vertido de sosa cáustica en el entorno. 

Esta visita se desarrolla tras una denuncia que realiza el colectivo La Vinca-Ecologistas en Acción y se desarrolló en compañía de representantes del Seprona y el Cabildo de Gran Canaria, entre otras entidades. Por parte del Ejecutivo regional, asistieron representantes del Servicio de Biodiversidad y de la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural (ACPMN).

El consejero responsable del Área, José Antonio Valbuena, ha señalado que su Consejería  estudia posibles sanciones tipificadas en la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental, en función de los daños a la fauna y la flora que se detecten en este enclave, y otras afecciones relacionadas con la contaminación de los suelos, cuya competencia también recae en este Departamento.

Cabe recordar que este barranco constituye una Reserva Natural Especial de la isla de Gran Canaria, en la que se puede encontrar flora de diferentes especies amenazadas correspondientes a géneros de laurisilva y una gran muestra de hábitats amenazados y singulares de la isla. 

Denuncia por parte de un colectivo ecologista

Según informaron en un comunicado, el pasado martes 2 de mayo una importante empresa del municipio de Firgas sufrió un escape accidental de más de 20.000 litros de sosa cáustica. Se trata de un hidróxido cáustico que se usa a nivel industrial como sustancia básica, es altamente alcalina, corrosiva, absorbe la humedad y el dióxido de carbono del aire, y descompone las proteínas a temperatura ambiente.

Como consecuencia de este accidente el colectivo explicaba que “se vieron afectados tres trabajadores con distinto grado de afección y se vertieron esos más de 20.000 litros de sosa cáustica al cauce público, interactuando con el agua que de manera habitual circula por dicho cauce, con consecuencias medioambientales que por el momento desconocemos”.

“Por lo que sabemos, algunos cultivadores de berros y ñames se han dirigido a la empresa para pedirle explicaciones por el vertido y las afecciones a sus plantaciones. En la tarde del viernes 5 de mayo, tres días después del vertido, un grupo de integrantes de La Vinca Ecologistas en Acción nos acercamos a la Reserva Natural Especial de Azuaje a comprobar posibles afecciones, pudiendo comprobar que en la mayoría de charcos del barranco existía una especie de espuma blanquecina y/o marrón, según las zonas, cubriendo dichos charcos que no es lo habitual en este barranco”, expresaban en el comunicado.

En él también informaban que pusieron la situación en conocimiento del cuerpo de Agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria. Ahora, la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias ha acudido este lunes para investigar el asunto.

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