Un olivo de acero para recordar a Saramago

Efe

Una escultura de acero de cinco metros y medio de altura, que representa a un olivo, preside la glorieta dedicada a José Saramago, inaugurada este sábado en el municipio de Tías, en Lanzarote, en memoria del Nobel de Literatura fallecido hace ahora tres años.

La escultura, obra del artista Lanzaroteño José Perdomo, está ubicada en una rotonda situada a pocos metros de la que fue residencia del escritor durante sus últimos años de vida. Ester Fernández, diseñadora del logo, y Javier Pérez, arquitecto técnico, completan el equipo artístico y técnico que ha trabajado en esta obra.

Al pie de la escultura se recogen unas palabras de Saramago en las que aseguraba que “Lanzarote no es mi tierra, pero es tierra mía”.

La presidenta de la Fundación José Saramago Pilar del Río ha señalado que la rotonda y la escultura, financiadas conjuntamente por el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Tías, como tributo y muestra de agradecimiento a la figura del escritor, “representan al mejor Lanzarote, a los suyos, que son los que la aman y la respetan y la protegen de su devastación”.

El acto de inauguración ha contado con la presencia de la consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Inés Rojas; el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés; el alcalde de Tías, Francisco Hernández; así como otras autoridades civiles y militares y representantes de entidades sociales y culturales de la isla.

Pilar del Río aseguró que el Nobel portugués sintió a la isla de forma tan íntima y profunda que hasta su estilo literario se modificó.

Saramago, fijó su residencia en Lanzarote en el año 1993 y en su casa de Tías escribió y vivió hasta su fallecimiento ocurrido el viernes 18 de junio de 2010.

Según Pilar del Rio, esa influencia del paisaje sobre Saramago y la modificación de su estilo literario fue reconocida en vida por el propio escritor “como dejó dicho” en la conferencia “La estatua y la piedra” que dictó en Italia y que se ha convertido en un libro que ha sido traducido a varios idiomas.

Aseguró que en la isla, el Nobel de Literatura, fallecido ahora hace tres años, encontró la paz “esa paz que José Saramago encontraba entre los meandros del río Almonda cuando era niño y que, tantos años después recuperó en los volcanes de Timanfaya”.

La presidenta de la Fundación José Saramago, resaltó la importancia que tuvo el paisaje de Lanzarote para la persona y la obra de Saramago porque según señaló “es la isla del desarrollo sostenido que nos enseñó César Manrique, reserva de la biosfera que no quiere dejar de serlo por prospecciones petroleras miles de veces protestadas”.

En este sentido, señaló que la isla en la que Saramago decidió vivir su últimos días es un lugar de encuentro “donde el paisaje se impone como la estimulante compañía que necesitan los creadores para descubrir el mundo y los demás para vivir con la dimensión humana”.

El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés dijo que la creación de la rotonda y la escultura “es un mero gesto de gratitud” hacia Saramago por lo que “supuso, supone y supondrá su contribución a la promoción de la imagen turística de la isla en el mundo”.

Por su parte el alcalde de Tías, Francisco Hernández, destacó el hecho de que Saramago, que en su día fue declarado hijo predilecto del municipio, “eligiera para vivir” el pueblo de Tías, “pudiendo haber elegido cualquier otro lugar del mundo” y recordó que aquí escribió obras como “Ensayo sobre la ceguera”, considerada una de las cien mejores obras escritas en todos los tiempos.

La consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Inés Rojas aseguró que Saramago debe ser uno de los referentes “por los que nos debemos marcar” y que en tiempos como los que estamos viviendo en que hay que tomar decisiones importantes la figura del Nobel de Literatura “debe servirnos como referente”.

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