Amaia Salamanca, Fele Martínez, Pilar Rubio y Joaquin Reyes juntos y revueltos en 'Tensión sexual no resuelta'
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El director y guionista Miguel Ángel Lamata regresa mañana a los cines con su tercera película, 'Tensión sexual no resuelta', una comedia de enredo “puro y duro”, en la que el responsable de 'Una de zombies' e 'Isi Disi 2. Alto Voltaje' se ríe de “las barbaridades” que el ser humano es capaz de hacer por amor.
Norma Ruiz, Fele Martínez, Amaia Salamanca, Miguel Ángel Muñoz, Pilar Rubio, Salomé Jiménez, Adam Jezierski, Samuel Miró y Joaquín Reyes, completan el reparto de esta cinta coproducida por Santiago Segura y María Luisa Gutiérrez.
'Tensión sexual no resuelta' cuenta una historia de amor y sexo. Cuando Juanjo (Martínez) y Celeste (Jiménez) están a un mes de casarse, ella se da cuenta de que su novio no es el hombre de su vida. Con la ayuda de la famosa escritora Jazz (Ruiz), la chica comenzará una agitada vida emocional. Juanjo, que no entiende por qué su novia le ha dejado, se alía a su alumno Nico (Jezierski), quien tratará de descubrir si le ha dejado por otro.
Por la película también desfilan personajes como Pedro (Segura), un 'hacker' que pincha teléfonos móviles; Rebeca (Salamanca), alumna enamorada de Juanjo; Nardo (Muñoz) un cantante de rock que 'enamora' con sus encantos a Celeste; Fede (Miró) un tarado dispuesto a pegar a todo el que quiera acostarse con Celeste; Edu (Reyes), un actor al servicio de Jazz; y Lucía (Rubio), como narradora y única que conoce el desenlace de la historia.
El guión está basado en “actos reales” como afirmó Lamata en rueda de prensa. “Los guionistas somos unos vampirillos de todo lo que nos rodea”, dijo para explicar que muchas de las situaciones que se viven en la película están basadas en la realidad. “Cualquiera puede sentirse identificado”, consideró el director, convencido de que su último filme demuestra que “todos somos defectuosos en las relaciones amatorio-sexuales”.
La película, además de ser una “comedia romántica” en la que se habla de amor, se pelea y se sufre por amor y se urden conspiraciones en nombre del amor, ha servido también para que Lamata realizase “un máster en escenas eróticas”.
UNA PELÍCULA “BUENROLLERA”
Muñoz y Jiménez protagonizan varios de los momentos más eróticos de la película, que en ningún momento pierde el tomo de humor. “Es una película erótica y buenrollera, porque no quería que las escenas de sexo fueran de mal gusto”, aseguró Lamata, a lo que Segura agregó que se sintió “deprimido” cuando vio que él no protagonizaba ninguna de esas escenas.
La “moraleja” que pueda tener 'Tensión sexual no resuelta', en palabras de su director, sería que “el amor es algo tan bonito por el que hacemos cosas horribles”. “A veces confundimos el amor cuando sólo queremos montárnoslo con alguien”, bromeó Lamata, quien reseñó que el filme pasa de tener un tono más de comedia al lado emocional al final del metraje.
“La 'tostada' se va descubriendo a mitad de la película”, detalló el director zaragozano, a quien le gustó la idea de dar “un giro” a la historia. “Me gusta correr riesgos con mis películas y, sí, es a mí a quien el público tendrá que dar un abrazo o apedrear al final de la película”, se responsabilizó.
BESAR A PILAR RUBIO
Santiago Segura justificó su presencia en el filme (además de coproductor actúa) destacando que le gusta hacer comedias. “Soy depresivo y me afecta la crisis y eso de que habrá que jubilarse a los 67. Como público, me libera ver una película que me haga reír y en la que otros hagan el ridículo”, dijo el creador de la saga 'Torrente'.
También agregó que su papel como productor se debía a que cuando Lamata rodó la segunda entrega de 'Isi Disi' (que Segura coprotagonizo junto a Florentino Fernández) le prometió a Lamata que financiaría su tercera película “si me dejaba repetir siete veces la escena del beso con Pilar Rubio”. Rubio, la “Ava Gardner” de Lamata, ya debutó en el cine en aquella secuela.
No sólo el amor sale malparado en 'Tensión sexual no resuelta', ya que Lamata también se ríe de la Política. Amaia Salamanca es una alumna “rebecada” de la Universidad gracias a que su padre es el alcalde; Nico se pregunta si con sus mentiras y engaños podría hacerse un hueco en la política; y hasta el director se permite la licencia de bromear con cómo se designa a una ministra de Cultura. “Admiro a quien se atreve a ser ministro, es una función muy complicada”, concluyó.