La histórica Cooperativa La Candelaria cierra definitivamente sus instalaciones de La Laguna

La historia de la Sociedad Cooperativa del Campo La Candelaria, que dirige Candelaria Rodríguez, dejará de escribirse en sus instalaciones centrales del barrio lagunero de San Benito, su sede social de toda la vida que ya ha pasado a otras manos en forma de futuro solar. Este acogerá un nuevo proyecto urbanístico promovido por el comprador de esos terrenos: el grupo riojano Aransa.

A partir del 31 de mayo pasado (sábado), los servicios de supermercado y de carnicería han echado el cierre de manera definitiva, mientras que la venta de piensos y forrajes sí se seguirá realizando, pero ya en otro emplazamiento, esta vez en la calle de La Montañeta, 7, La Esperanza, tal y como ha indicado el consejo rector de esa cooperativa de forma oficial. Esta última actividad mercantil arrancó el 2 de junio, lunes, en ese nuevo domicilio.

En la nota informativa trasladada a los socios cooperativistas y a su clientela, al menos la colocada en la puerta principal de acceso a sus antiguas instalaciones, la cooperativa asegura que la decisión adoptada “ha sido difícil y queremos agradecerles sinceramente el apoyo y la confianza durante todos estos años. Ha sido un orgullo servirles con productos locales y de calidad. Gracias por habernos acompañado”, se remata el comunicado.

La clausura de la sede social y principal área de actividad mercantil, hasta ahora, de la Sociedad Cooperativa del Campo La Candelaria se produce tras la compraventa de esa misma finca por tres millones de euros por parte del grupo riojano inmobiliario Aransa. Esa cantidad dineraria fue la fijada para el traspaso de la propiedad y aprobada en asamblea de la citada cooperativa de 27 de diciembre pasado, junto con otra partida añadida de 90.000 euros en concepto de comisión vinculada a la operación de compraventa (el 3% del valor final de venta).

La confirmación de la entrega definitiva de la finca urbana donde la Cooperativa La Candelaria tenía sus instalaciones principales significa que la rúbrica final de la transacción se realizó con éxito y, de ahí, la posterior entrega de la infraestructura, o mejor, del suelo en que se prevé edificar las viviendas por la citada promotora. Esta operación económica ha sido clave para salvar a la mencionada cooperativa de su quiebra.

En una información reciente servida por este periódico digital, Candelaria Rodríguez afirmaba que la Sociedad Cooperativa del Campo La Candelaria estaba preparando un plan de viabilidad económica para aplicar en la nueva etapa de gestión, la que ya se ha iniciado tras la salida del barrio de San Benito en La Laguna. Ese programa, reconoció Rodríguez, contempla un ajuste de plantilla y la pérdida consiguiente de puestos de trabajo, que en parte ya se ha producido. Rodríguez dijo entonces que la destrucción de empleo no sería muy amplia.

En este nuevo ciclo de operaciones, el propósito de la sociedad cooperativa es solo centrarse en las actividades que se puedan atender de forma óptima, con planteamientos que sean seguros, avanzó la presidenta.

La Cooperativa del Campo La Candelaria, una entidad de economía social histórica en las islas dentro del ramo de la ganadería y durante muchos años presidida por Pedro Molina, ha perdido en los últimos tiempos sus principales activos de producción, algo que ha respondido a la necesidad de salvar hondas crisis económico-financieras.

A la venta de sus instalaciones de siempre dentro de la ciudad de La Laguna, las de San Benito, cuyo solar ya ha adquirido el grupo Aransa, antes se unió el traspaso de la fábrica de piensos de El Ortigal, ahora en manos de Cereales Archipiélago, entre otros tantos fracasos de gestión.