Política 'vintage' y sostenible
Diversificación y reconversión son, definitivamente, las palabras de moda. Y a la vanguardia, cual titular de Vogue, se sitúa, paradójicamente, una vuelta a lo de antes: al campo, en primer lugar, y a lavarle la cara a las fachadas que ha dejado sucias el estallido de la burbuja inmobiliaria. Es la irrupción de la política vintage.
“La mitad de nuestros trabajadores de la construcción está en el paro”, ha clamado la diputada de CC y actual candidata de CC-NC a repetir en el Congreso, Ana Oramas, “ni el sector turístico ni la agricultura pueden absorberlos”. Esta es la clave. La rehabilitación de viviendas es un punto ineludible en los programas de todos los partidos. En el caso de los nacionalistas pasa por aplicarse a la renovación de la oferta turística. Como matar dos pájaros de un tiro. La propuesta pasa por medidas como un “plan renove” para reactivar la construcción “sin consumo de suelo” o la gestión de Costas para permitir el “desarrollo y creación de marinas y puertos deportivos” y la “celebración de eventos en las playas”, dos iniciativas que chocan con la creación de un “marco global de mejora de la competitividad de los sectores económicos de canarias” que persigue el “desarrollo sostenible”.
Precisamente, la rehabilitación sostenible de viviendas podría crear hasta 200.000 empleos (en todo el conjunto nacional) según el programa de IU. Al carro se suben UPyD y Equo, PSOE y PP, aunque no todos añaden el sobrenombre sostenible.
El sector rural es el otro paisaje al que miran todos, ya sea para diversificar la oferta turística como para promover la creación de empleo directo, un anticipo de lo que espera, a partir del 2013 con la reforma de la Política Agraria Común (PAC) y la reestructuración de las ayudas directas a la producción.
El quid de la cuestión es convertir el campo en una alternativa atractiva y promover iniciativas capaces de tirar de otros sectores. Tanto el partido liderado por Rosa Díez como los socialistas y nacionalistas canarios proponen ayudas a los jóvenes para convencerles de que merece la pena irse del barrio, así como favorecer el trabajo cooperativo y potenciar la Economía Social, en el caso de PSOE (nueva Ley de Sociedades Laborales, tratamiento fiscal favorable para las empresas, fomento de las agrupaciones de autónomos) y Equo (ley de participación y cogestión para empresas de menos de 50 trabajadores).
Los empleos verdes son la otra alternativa para impulsar, además, el cambio de modelo industrial, si bien la estrategia no se dibuja con demasiada concreción y, en la mayoría de los casos se limita a promesas de incentivos y bonificaciones a empresas relacionadas con el desarrollo de energías renovables. Destacan, no obstante, la precisión de IU, que considera que el sector puede llegar a emplear a 300.000 personas, y la iniciativa de Equo que propone modificar la política de residuos, orientándola a la creación de empleo.
