Javier Sánchez-Marco, un business angel con 15 años de experiencia en startups

Javier Sanchez, COO y Co-Founder de Unibo

Impulsa Innovación / Alejandro Vázquez Rodríguez

Madrid —

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Javier Sánchez-Marco es un amante de la emprendeduría que reúne más de 12 años trabajando en el sector corporativo y 15 en el de startups. Durante diez años ha iniciado varias gracias al conocimiento adquirido. Ya en el ámbito personal se describe como alguien a quien le gusta conocer gente y cosas novedosas, desde mercados nuevos hasta mercancías. Descubrir ideas y rodearse de gente joven que aporte innovación es otro de sus gustos.

A esta gente joven que pretende iniciar una startup les recomienda empezar en un entorno seguro para adquirir práctica. Para Sánchez-Marco, es esencial aprovechar la diversidad de perfiles que hay en las aulas universitarias, la presencia de profesores y todo lo aprendido en la carrera. Ve como un primer test el hecho de empezar “en un ambiente controlado a nivel de profesores, de conocimiento y compañeros”. 

Sánchez-Marco, por su parte, no considera el emprendimiento por necesidad un error. Es consciente de que hoy en día es difícil encontrar trabajo en España, lo cual no impide que se pueda emprender. Hace una comparación entre Estados Unidos y España; asegura que en nuestro país hay un mayor número de posibilidades y de ayuda para aquellos que emprenden de modo que “los jóvenes, con más recursos, tengan una ventana de oportunidad”. 

Ahora mismo está lanzando un neobanco, llamado Unibo, específico para el sector inmobiliario, enfocado en los administradores de fincas. Con este proyecto quiere responder a la necesidad demandada por este grupo, que no se ve cubierta por la banca tradicional. Es una de las tipologías de startups, que acompaña a aquella que visiona algo que no está ocurriendo. Pone de ejemplo el metaverso, en el que alguien considera que “nuestra vida va a ocurrir de forma diferente y es capaz de imaginarlo y llevarlo a cabo”. También lo ejemplifica con la marca TESLA y su coche eléctrico, que empezaron con una hoja en blanco.

La clave para desarrollar estos proyectos es a través de focus groups, pequeños grupos para testear que el producto sirve y puede ser comprado. Asegura que hay que empezar poco a poco, “no hace falta crear el mega producto, sino empezar con algo pequeñito y testearlo”.

Trabajar en remoto

Hoy en día los grupos de trabajo no se concentran siempre en una sola oficina, ahora se llegan a repartir por todo el globo. En el caso de la colaboración con equipos de América Latina, Sánchez-Marco tiene bastante experiencia. Relata que lo que le ha resultado difícil en estas situaciones es lograr la cohesión de ambas partes. Hay que lograr conocer a todos los miembros, las habilidades que poseen o incluso los retos que se pueden plantear. 

Destaca sobre todo el compromiso, en esta era en la que el trabajo en remoto es más habitual, ya que “la distancia hace que la vinculación sea más complicada”. Incluso en este tipo de contribución entre equipos internacionales, ha de empezar de la misma manera: desde algo pequeño que se pueda probar, hasta establecer el foco de mercado común. De esta manera considera que puede ser viable una cooperación de este calibre.

Su entrada al mundo tecnológico fue en el momento en el que se mudó a México, por el año 2007. Lanzó una “iniciativa” en el sector de videojuegos, aunque, asegura, “de lo que pasaba en 2007 a lo que ocurre ahora, 15 años después, ha habido un cambio radical”. Cuenta que el término startup no existía por aquel entonces y por ende no había un ecosistema.

Desde su punto de vista las startups españolas tienen su mercado natural en América Latina, aún así, cada vez se vuelven más internacionales. Esto se debe al desarrollo actual del Software as a Service (SaaS) y su visión más global. Sánchez-Marco comenta, a favor del ecosistema latino, que este es más “robusto” y consiguen rondas mayores que en España. Es más, es aquí donde pueden lanzarse al mercado europeo usando al país como plataforma.

Cuando Javier Sánchez-Marco comenzó en el mundo del emprendimiento, en Sevilla, uno de los principales retos que encontró fue cómo atraer talento internacional. En Canarias, según cuenta, ese problema se ve reducido, ya que “es un entorno conocido a nivel de Europa, es muy atractivo, muchos europeos pasan sus vacaciones allí”. Elementos como la cultura, la gente, las playas o su clima convierten al archipiélago en un punto de atracción de ese talento exterior.

Invertir en fases iniciales

En el caso particular de Sánchez-Marco, invierte en fases iniciales o primeras rondas de startups. Y no solamente él, también fondos extranjeros son los que financian este tipo de proyectos. Esto desemboca en el ecosistema mejorado que hay en la actualidad. Ejemplos como Cabify, Glovo y otros más, que tienen una posición global, llaman la atención de inversores en España.

Pero antes de buscar inversiones, las startups deberían llegar al producto o su lanzamiento al mercado y tener ciertas métricas. De esta manera, la valoración recibida por aquellos que invierten será mayor. Dependiendo de los recursos que el usuario tenga, ha de plantearse si invertir más temprano o más tarde. Primero hay que contar con las “tres efes inglesas”: Friends, Family and Fools (Amigos, familia y tontos). Estos se consideran como la base a partir de la cual un emprendedor ha de conseguir apoyo para escalar a inversores como Business Angels, que conocen la dinámica.

Para quien tenga intención de invertir en estos momentos tan jóvenes de los emprendimientos, Javier Sánchez-Marco recomienda llegar al ecosistema y conocerlo. De esta manera se puede identificar a los emprendedores y los proyectos y adquirir la capacidad de invertir en ellos. Las universidades suelen tener un pequeño club de inversión en el que presentan las nuevas empresas ante posibles inversores. Poco a poco, indica, hay que “ir probando, conociendo inversores y proyectos y así desarrollar la intuición”. 

Además de su experiencia en este ámbito, también invirtió en una plataforma de emisión de tokens en 2017. Lo hizo en un momento en el que existía un “boom” respecto a la emisión de tokens propios de startups, pero finalmente se vino abajo. Sánchez-Marco no es “muy fan” de este sistema, lo considera como una burbuja ya que la startup no cede equity sino que el valor de dicho token depende de la demanda de la moneda por parte de los inversores.“

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