Ben Magec se suma a la petición de “retirada inmediata” de las tropas rusas en Ucrania y “las demilitarización del conflicto”

La Federación Ecologista Canaria Ben Magec-Ecologistas en Acción se ha sumado a las voces que reclaman la retirada de las tropas rusas de Ucrania y, en un comunicado, ha querido manifestarse “en contra de la violencia y la guerra”. La organización ha criticado “la responsabilidad del autócrata Putin en la escalada bélica”, pero también muestra su rechazo a la OTAN.

En la nota, Ben Magec recuerda que el 12 de marzo de 1986, Canarias dijo no a la OTAN y, en la actualidad, la organización mantiene la misma postura “ante la irrupción del ejército ruso en Ucrania, desencadenando una guerra abierta”. 

En este sentido, considera que este escenario conducirá a “un escenario imprevisible de dolor y destrucción”, lo que a su juicio vuelve a poner de manifiesto “la exigencia de poner fin a este enfrentamiento armado, retirar las tropas desplegadas, desmilitarizar toda la zona y buscar soluciones basadas en el diálogo y la negociación”.

“El complejo militar industrial del Estado español y el ardor guerrero de la ministra de Defensa nos ha arrastrado a un conflicto que tiene todas las perspectivas de salir mal”, añade Ben Magec.

Porque, según la organización, “no se pueden hurtar tampoco los intereses militaristas de la OTAN para seguir manteniendo una hegemonía mundial, continuar con el rearme y basar toda su estrategia en la distribución de zonas de influencia, como si estuviéramos en una nueva edición de la guerra fría”.

Por ello, para Ben Magec, la solución pasa necesariamente por “la desmilitarización”, pues entiende que “los afanes expansionistas de los actores en el conflicto solo pueden traer tragedia, sufrimiento y muerte”. 

En concreto, la organización considera que “la llamada seguridad internacional se basa en la defensa de los intereses de unos pocos: las élites, pisoteando la dignidad y los derechos de las personas”. 

Y cita el Centro De los de Estudios para la Paz: “La transición ecológica pasa necesariamente por procesos de desarme y desmilitarización: reducción del gasto militar mundial, conversión de la industria armamentística en industria de energías renovables, y desmantelamiento del arsenal nuclear”.

“La paz global pasa por la desmilitarización y el desarme internacionales. Alimentar la industria de la Defensa  y reforzar las alianzas militares forma parte de las soluciones equivocadas. Necesitamos que los gastos militares mundiales sean trasvasados a la financiación de políticas de seguridad para la paz. Para lograr nuestro objetivo de un mundo en paz, rechazamos las respuestas militares a las crisis regionales y mundiales; éstas son parte del problema no parte de la solución”, añade.

“Nos negamos a vivir bajo el terror de las armas nucleares y rechazamos la carrera de armamentos. Tenemos que reducir los gastos militares, dirigiendo estos recursos a satisfacer las necesidades humanas. Debemos cerrar todas las bases militares extranjeras. Nos oponemos a todas las estructuras militares utilizadas para intervenciones bélicas. Debemos democratizar y desmilitarizar las relaciones entre los pueblos y establecer nuevas formas de cooperación pacífica para construir un mundo más seguro y justo”, concluye el comunicado, que finaliza con tres frases: “No a la guerra. No a la agresión rusa. No a la OTAN”.