Los Hermanos Musulmanes vuelven a la calle
Los Hermanos Musulmanes han regresado este jueves a la calle tras la muerte de 525 personas en los incidentes registrados tras el violento desalojo policial de las acampadas islamistas en El Cairo. Los seguidores de Mohamed Morsi, que afirman que la cifra de muertos superará los 4.000, han convocado marchas en Alejandría y El Cairo contra el gobierno provisional y el ejército.
En Alejandría, donde las marchas han tenido lugar a primera hora de la tarde, los enfrentamientos han estallado en el barrio de Victoria, mientras que en el distrito de Sidi Bishr los detractores de Morsi han impedido a los islamistas llegar a la iglesia de los Santos.
En El Cairo, antes de que comenzaran las marchas, la oposición ha asaltado una comisaría en la que, según la agencia estatal de noticias, han muerto tres agentes. La agencia, que cita a una fuente de seguridad, indicó que las víctimas perdieron la vida por impactos de bala en el cuello, el pecho y la cabeza.La agresión fue cometida por cientos de supuestos miembros de los Hermanos Musulmanes que intentaron asaltar la comisaría.
Los Hermanos Musulmanes han llamado a sus seguidores a unirse a los funeralesde algunos de los fallecidos la víspera en la mezquita de Al Imán, en el barrio cairota de Ciudad Naser, donde se hacinan decenas de cadáveres.
El portavoz de la cofradía, Gehad Hadad, instó en su cuenta personal de Twitter a acudir a dicha mezquita para el rezo musulmán del “Asr” con el fin de honrar a los “mártires” del miércoles, cuando murieron al menos 525 personas, según la última cifra del Ministerio de Sanidad. En este sentido, miles de simpatizantes de los Hermanos Musulmanes están concentrados en esta mezquita y sus alrededores, rezando y llorando a sus muertos entre gritos de “Alá es el más grande”.
Los cuerpos, envueltos en sábanas blancas, se intenta conservar de forma precaria con bloques de hielo y refrescando el ambiente con ventiladores. Esta previsto que a lo largo de las próximas horas los islamistas salgan en marchas para condenar el violento desalojo policial de sus acampadas. Solo en Rabea al Adauiya fallecieron 200 personas.
La Alianza para la Defensa de la Legitimidad, que incluye a los Hermanos Musulmanes, insistió en que su resistencia es pacífica e hizo un nuevo llamamiento a continuar con las vigilias y protestas en todo el país. Tras el inicio del desalojo de de las dos acampadas de El Cairo, la violencia se extendió por todo el país, con enfrentamientos entre islamistas y fuerzas de seguridad, y ataques a comisarías, edificios gubernamentales e iglesias.
Las autoridades han decretado el estado de emergencia durante un mes y el toque de queda por tiempo indefinido de 19.00 a 06.00 horas GMT (17.00-04.00 GMT) por los disturbios, que se saldaron con un total de 525 muertos y 3.717 heridos, según cifras oficiales. El Gobierno ha decretado estas medidas de excepción seis semanas después de llegar al poder tras deponer al islamista Morsi, cuya dentención se ha prorrogado otros 30 días.
Morsi, que fue desalojado del poder por un golpe de Estado el pasado 3 de julio, está detenido en un lugar no revelado por cargos de asesinato y espionaje. Las autoridades judiciales egipcias han adoptado esta decisión un día después de que más de 500 personas hayan muerto en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los partidarios de Morsi por el desalojo de dos campamentos de protesta en El Cairo.
Reacción internacional
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha pedido la celebración de una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir la “masacre” que, aseguró, se produjo en Egipto el miércoles, cuando 327 personas murieron en una operación policial contra seguidores islamistas. “Aquellos que permanecen en silencio frente a esta masacre son tan culpables como quienes la llevaron a cabo. El Consejo de Seguridad tiene que reunirse rápidamente”, reclamó el jefe del Gobierno turco en una rueda de prensa en Ankara.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha condenado los hechos: “La violencia de hoy, la declaración del estado de emergencia y la dimisión del vicepresidente Mohamed el Baradei no crean el clima adecuado para que esto ocurra”.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha expresado su “rotunda condena a la violencia” que ha dejado al menos 235 muertos y 2.000 heridos en todo el país, horas después de que la Casa Blanca hiciera lo mismo. “Los acontecimientos de hoy son deplorables y van en contra de las aspiraciones egipcias de paz, inclusión y democracia genuina. Los egipcios de dentro y fuera del Gobierno deben dar un paso atrás, calmar los ánimos y evitar que se pierdan más vidas”, indicó Kerry.