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Opinión - Junts, el bolsillo y la patria. Por Neus Tomàs

Unos 900 milicianos abandonarán las filas de la insurgencia afgana

KABUL, 7 (Reuters/EP)

Alrededor de unos 900 combatientes afganos de la insurgencia han acordado deponer las armas, informó este lunes el general de la OTAN Philip Jones, aunque todavía es pronto para afirmar que este hecho disminuirá los combates.

Jones, que lidera el apoyo de la OTAN a los esfuerzos del Gobierno afgano para conseguir la paz con distintas facciones de la insurgencia, explicó que la reintegración de los combatientes comenzó hace tres o cuatro meses.

“El ritmo de las personas que acuden al programa ha mejorado (...), pero estos pasos iniciales son los primeros en un proceso muy largo que intenta construir la paz”, comentó en declaraciones a los periodistas.

“Es un proceso duro, complicado y muy humano en todos los niveles, pero, evidentemente, será después de 20 años de guerra y diez años de insurgencia”, añadió. Los talibán, la red Haqqani y otros grupos relacionados con Al Qaeda siguen estando bien armados y preparados.

El presidente, Hamid Karzai, cree que la reconciliación con los talibán es la clave para acabar con la guerra, aunque hay pocas señales de mejoría desde que comenzaron las conversaciones, hace un año. Jones informó de que al menos 45 grupos armados, o quizás más, están negociando con el Gobierno su reinserción.

Aquellos que firmen los acuerdos deben parar los combates, romper sus lazos con otros milicianos y jurar la Constitución afgana. Además, proporcionan su información biométrica al Estado y entregan todo su armamento pesado, aunque se les permite conservar algunas armas destinadas a defensa propia.

Como compensación, el Gobierno promete cierta protección ante posibles represalias de otros milicianos y pueden acceder los proyectos de ayuda de sus comunidades.

Al menos una docena de combatientes ingresados en los programas de reinserción han sido atacados o han muerto. Los talibán han advertido de que “cualquiera que apoye este proceso tienen una sentencia de muerte sobre su cabeza”, según Jones.

“No decimos que la paz está a la vuelta de la esquina”, indicó Jones. “Pero hay una gran sensación de cansancio de la guerra”, añadió.

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