Una nueva oleada de atentados contra chiíes deja al menos 67 muertos en Irak
BAGDAD, 5 (Reuters/EP)
Al menos 67 personas han muerto y casi 140 han resultado heridas este jueves a causa de una nueva oleada de atentados contra objetivos chiíes en Bagdad y en el sur de Irak, según informaron las autoridades. El incidente más sangriento se produjo en la provincia de Nasiriya, en el sur, donde un ataque suicida contra un grupo de peregrinos chiíes ha causado 38 muertos.
El primer atentado se produjo en el distrito de Ciudad Sadr, en el noreste de Bagdad, donde la explosión de una bomba colocada en una motocicleta aparcada y de otro artefacto de fabricación casera causó la muerte de trece personas y heridas a otras 32.
Ciudad Sadr es el feudo del movimiento chií Ejército del Mehdi, del clérigo Muqtada al Sadr, quien combatió en su momento a las tropas iraquíes y estadounidenses y que actualmente es un firme aliado del primer ministro, el chií Nuri al Maliki.
Posteriormente, dos coches bomba causaron 16 muertos y 36 heridos en Kadhimiya, un distrito del noroeste de la capital cuya población es también mayoritariamente chií. Los datos de víctimas de Ciudad Sadr y Kadhimiya han sido aportados por el departamento de salud de la capital.
“Es demasiado pronto para acusar a nadie en particular porque aún debemos aclarar algunos puntos en las investigaciones”, declaró el portavoz del centro de operaciones de Bagdad, Qassim al Musaui. “Estamos en guerra con los terroristas y con los enemigos del proceso político, por lo que no nos sorprenden ni nos parecen extrañas estas explosiones, estamos acostumbrados”, agregó.
Poco más tarde, 38 personas murieron y 70 resultaron heridas como consecuencia de un atentado suicida con bomba contra un grupo de peregrinos chiíes en la provincia de Nasiriya, en el sur, según informó el presidente del consejo provincial, Qusay al Abadi.
El atentado se produjo en un puesto de control policial situado justo al oeste de Nasiriya, a 300 kilómetros al sureste de Bagdad. Está previsto que miles de peregrinos se desplacen a la ciudad santa chií de Kerbala, en el sur de Irak, para participar en el 'Arbain', uno de los principales ritos religiosos de esta confesión musulmana.
VIOLENCIA RELIGIOSA
La nueva oleada de atentados se ha producido en pleno recrudecimiento de la violencia religiosa. El pasado 19 de diciembre --un día después de la salida de las tropas estadounidenses de Irak--, Nuri al Maliki ordenó la detención de un vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, al que acusaba de haber organizado escuadrones de la muerte y que se encuentra actualmente refugiado en el Kurdistán iraquí.
Ese mismo día, el primer ministro solicitó al Parlamento el cese de su viceprimer ministro, el también suní Salé al Mutlaq. Cuatro días más tarde, al menos 72 personas murieron a causa de una serie de atentados contra objetivos chiíes en Bagdad y alrededores.