El jefe de las operaciones de paz de la ONU habla de guerra civil en Siria
NUEVA YORK, 12 (Reuters/EP)
El secretario general adjunto de Naciones Unidas para las Operaciones de Paz, Hervé Ladsous, ha admitido por primera vez que el conflicto que vive Siria desde marzo de 2011 ha degenerado hasta convertirse en una 'guerra civil' entre las fuerzas leales al Gobierno de Bashar al Assad y los rebeldes opositores.
“Sí, creo que podemos decirlo así”, ha reconocido Ladsous en una entrevista con Reuters en la que se le ha interrogado por la posible consideración de la violencia en Siria como 'guerra civil'.
Hasta ahora, los responsables de la ONU habían evitado utilizar esta denominación. La semana pasada, el secretario general de Naciones Unida, Ban Ki Moon, había alertado de una inminente guerra civil en Siria, donde han muerto más de 10.000 personas en los últimos 15 meses.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) también ha reconocido que en algunas zonas sí se estaría produciendo una guerra civil, pero ha evitado hablar de un conflicto a gran escala.
En el caso del CICR, la calificación que le otorgue a los enfrentamientos sí puede tener importancia, ya que si considera la crisis como un “conflicto armado interno” tendría implicaciones legales relativas a posibles crímenes de guerra y entrarían en juego las Convenciones de Ginebra.
Para Ladsous, “lo que está ocurriendo es que el Gobierno de Siria ha perdido grandes parcelas de territorio en varias ciudades y quiere recuperar el control de estas zonas”. Para ello utilizan tanques y material de artillería, “pero también helicópteros”, ha añadido el secretario general adjunto de la ONU, que ha advertido de un conflicto “a gran escala”.
Las palabras de Ladsous no tienen consecuencias legales pero sí podrían tener peso político por su responsabilidad en la organización internacional.
ATAQUE DE HAFFEH
Ladsous también se ha referido al ataque sufrido este martes por los observadores de la ONU que intentaban alcanzar la localidad de Haffeh, en el oeste del país. Estos enviados internacionales fueron recibidos por una multitud que, a tiros y con piedras, les obligaron a retroceder.
“Uno de nuestros observadores casi resulta herido”, ha dicho Ladsous, al citar el caso de uno de los miembros del contingente que fue alcanzado en su bota por una bala. El proyectil impactó en el calzado pero no alcanzó su cuerpo.
Tras el incidente, los vehículos de la ONU presentaban “muchos impactos” de bala. Sobre los posibles autores de los disparos, la autoría no está clara, pero Ladsous ha explicado que la organización trabaja con la hipótesis de que fuesen civiles residentes en la zona.