La OTAN descarta una reducción “drástica” de las tropas en Afganistán en 2013
BRUSELAS, 21 (EUROPA PRESS)
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha rechazado este lunes una reducción “drástica” de las tropas internacionales de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) bajo mando aliado a mediados de 2013, cuando las fuerzas afganas deben asumir el liderazgo de todas las operaciones de combate en el país.
“Veréis una reducción gradual durante este periodo de transición”, ha explicado en rueda de prensa el danés al término de la sesión de los jefes de Estados y de Gobierno aliados de la cumbre de Chicago dedicada al futuro de Afganistán.
Rasmussen ha dejado claro que los 50 países que contribuyen con cerca de 130.000 militares a ISAF se han comprometido a completar el relevo en todo el país “a finales de 2014” y ha insistido en que el objetivo de los aliados para que las fuerzas afganas asuman las operaciones de combate en todo el país a mediados de 2013 “siempre” formó parte de “la hoja de ruta” pactada con Kabul en la cumbre de noviembre de 2010 en Lisboa.
El danés ha recordado que completar el relevo de manera “plena” en cualquier distrito o provincia lleva “normalmente” un periodo de entre 12 y 18 meses y ha dejado claro que los aliados y sus socios permanecerán en un papel de apoyo y participarán en operaciones de combate hasta finales de 2014 “si es necesario”.
“No supone un desvío de nuestra hoja de ruta”, ha zanjado, sin mencionar en toda la rueda de prensa el anuncio del presidente francés, François Hollande, de retirar las tropas de combate galas este año tal y como prometió en campaña electoral pero insistiendo en que la retirada será “gradual y responsable”.
“Mientras las fuerzas de seguridad afganas aumentan, nuestras fuerzas pasarán a un papel de apoyo”, ha insistido el danés, que ha dejado claro que las tropas internacionales mantendrán su capacidad de combate “hasta finales de 2014”.
Rasmussen ha confirmado, además, que la OTAN mantendrá sobre el terreno “una nueva misión con un nuevo papel” para continuar aportando “entrenamiento, asesoramiento y asistencia” a las fuerzas de seguridad afganas a petición del Gobierno de Hamid Karzai y ha saludado que “muchos” países de la actual coalición de países que contribuyen a ISAF han indicado su disposición de contribuir a esta misión post 2014. Todavía “es demasiado pronto”, ha insistido, aventurar cuántos efectivos integrarán la nueva misión.
Países como Estados Unidos, Reino Unido y Australia han indicado que no descartan mantener algunas fuerzas especiales para misiones de combate y antiterroristas, pero la nueva misión que encabece la OTAN no realizará operaciones de combate.
FINANCIACIÓN, EN LA BUENA DIRECCIÓN
El secretario general aliado ha saludado las contribuciones financieras “concretas” que han presentado algunos países en Chicago para seguir apoyando a las fuerzas de seguridad afganas a largo plazo y ha asegurado que “están en la buena dirección para lograr el objetivo” de recabar 4.100 millones de dólares anuales para costear una fuerza de unos 230.000 efectivos del Ejército y de la Policía en los próximos años.
Los 50 países que contribuyen a la ISAF dejan claro en el comunicado final de la cumbre sobre Afganistán que el objetivo es que las autoridades afganas estén en condiciones de financiar sus propias fuerzas “como muy tarde” en 2024. Kabul deberá contribuir con unos 500 millones de dólares anuales al sostenimiento de sus fuerzas, contribución que deben aumentar en función de sus posibilidades.
Rasmussen ha recordado que una vez completada la transición a finales de 2014 las fuerzas afganas estarán integradas por 350.000 efectivos, aunque “a largo plazo” los aliados confían en que su número pueda reducirse por la mejora de la situación de seguridad sobre el terreno y la profesionalidad y capacitación de las propias fuerzas. El danés ha avanzado que no hay decisiones firmes sobre números y que, en todo caso, su número no se reducirá hasta “un par de años después de 2014”. “Todo dependerá mucho de la situación de seguridad”, ha insistido.
El secretario general aliado ha saludado el compromiso de Karzai, que ha participado en la reunión con los 50 socios de la ISAF, de contribuir “con determinación” a la creación de una sociedad democrática en el país, fundada en los principios del Estado de Derecho y el buen gobierno que avance en la lucha contra la corrupción y donde se protejan los Derechos Humanos de todos los afganos, incluido las mujeres.
“Esto será vital para la estabilidad a largo plazo de Afganistán y para nuestro apoyo a largo plazo”, ha advertido el danés que ha reconocido que los socios todavía trabajan en mecanismos para garantizar “la transparencia” en el uso “eficaz” de las donaciones de la comunidad internacional.
LA RECONCILIACIÓN, CLAVE
“Un proceso político fruto de una reconciliación y una reintegración con éxito es la clave para un Afganistán pacífico y estable”, admiten los líderes aliados y sus socios de la ISAF en el comunicado final de la cumbre sobre Afganistán.
La reconciliación requiere en todo caso “la renuncia a la violencia, la ruptura de los vínculos con el terrorismo internacional y el respeto por la Constitución afgana, incluidas sus disposiciones relativas a los Derechos Humanos, especialmente los derechos de la mujer”.
A la reunión de Chicago sobre Afganistán, también han asistido el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, y representantes de Rusia, Kirguistán, Uzbekistán, Kazajistán, que deben facilitar el repliegue de las tropas internacionales, así como otros países clave como Japón, así como de las instituciones internacionales principales como la ONU, el Banco Mundial y la UE.
Rasmussen ha confiado en que “en un futuro muy próximo” Islamabad acuerde reabrir las rutas para los suministros de las tropas internacionales que atraviesan su territorio aunque ha insistido en que hasta ahora su cierre “no ha tenido un impacto mayor” para la misión y ha confirmado su disposición a aportar financiación para el vecino afgano tras admitir que su “implicación positiva” es necesario para garantizar “a largo plazo” la estabilidad en Afganistán.
El secretario general de la OTAN, preguntado por los retos que representan para los países aliados el auge de los movimientos extremistas nacionales, ha dejado claro que no constituye “un desafío mayor” y ha recordado que en los últimos años los países han reforzado sus capacidades para “vigilar tales movimientos”, aunque ha insistido en la necesidad de mejorar para compartir inteligencia. “Podemos hacer frente a esto dentro de nuestras sociedades democráticas”, ha asegurado.