Presidenta de las Madres de Srebrenica: “Pido a Dios por la salud de Mladic”

MADRID, 15 (EUROPA PRESS)

La presidenta de las Madres de Srebrenica, Munira Subaric, ha expresado este jueves su deseo de que Ratko Mladic conserve la salud, “porque si muere no habrá justicia”, como sucedió, advirtió, en el caso de Slobodan Milosevic. Asimismo, ha pedido que el comandante de las fuerzas holandesas encargadas de proteger el enclave, Tom Karremans --quien, según ella, reside actualmente en España--, testifique públicamente en el proceso que tienen abierto contra el Estado de Países Bajos por su responsabilidad en la matanza.

“Es una vergüenza que Serbia haya ayudado durante 15 o 16 años a (el expresidente serbo-bosnio Radovan) Karadzic y (el excomandante militar serbobosnio Ratko) Mladic”, los dos principales acusados de la masacre, declaró Subaric durante una entrevista concedida en Madrid a Europa Press.

“Ha sido una injusticia para las víctimas, ya que el tiempo ha jugado a favor de los criminales”, agregó la presidenta de Madres de Srebrenica, quien se encuentra en Madrid para recoger este mismo jueves el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).

Debido precisamente al paso del tiempo, “Mladic está enfermo y nuestro temor es que no podamos recibir justicia y sea condenado por sus crímenes”, advirtió. Eso fue lo que, a su juicio, ocurrió con el expresidente serbio y yugoslavo Slobodan Milosevic, quien falleció en las prisiones del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), en La Haya.

“Dicen que Milosevic no es culpable porque murió, porque no fue condenado”, lamentó. “El Tribunal de La Haya no tiene una estrategia para el caso de que muera el criminal, y muerto el criminal, muere la Justicia”, prosiguió. “Pedimos a Dios por la salud de Mladic hasta que llegue su condena, porque si muere no habrá justicia”, aseveró.

A su juicio, Serbia solo ha actuado contra los dos presuntos criminales de guerra para conseguir su adhesión a la Unión Europea, “y lo han utilizado muy bien, han entregado a Karadzic y Mladic para poder entrar”.

Aparte, advirtió, con la entrega de ambos no se ha solucionado la búsqueda de la justicia, ya que “hay muchos pequeños Karadzic y Mladic en Serbia, muchos criminales, el criminal que secuestró a mi hijo es un gran empresario en Serbia”. “Mladic es un criminal, pero para los serbios es un héroe”, recordó.

Según Munira Subaric, antes de la desmembración de Yugoslavia y de las guerras que le siguieron “no había odio” entre las distintas etnias. “De repente, nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros colegas de trabajo se convirtieron en criminales; de repente, el vecino fusiló al vecino, el profesor fusiló a sus alumnos, el trabajador fusiló a su colega de trabajo”, manifestó.

LA MATANZA

En julio de 1995, las tropas serbo-bosnias comandadas por Mladic entraron en Srebrenica, una “zona protegida” del Consejo de Seguridad de la ONU cuya seguridad correspondía a un contingente militar holandés y en la que se habían refugiado decenas de miles de civiles huidos de otras áreas arrasadas del noreste de Bosnia.

En poco más de dos días, las tropas serbias deportaron a más de 20.000 mujeres y niños y separaron los hombres de entre 12 y 77 años de edad para “interrogarlos” sobre presuntos crímenes de guerra. Dos días después de la ocupación, comenzaron las matanzas en la vecina localidad de Kravica.

Se calcula que tras la toma del enclave fueron ejecutados sumariamente más de 8.000 varones musulmanes de todas las edades. Se trata de la mayor matanza registrada en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Según Munira Subaric, las Madres de Srebrenica han registrado un total de 10.701 desaparecidos.

Un año después de la matanza, el 11 de julio de 1996, el TPIY acusó a Radovan Karadzic y a Ratko Mladic por genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos en Srebrenica. Karadzic fue detenido en julio de 2008 en Belgrado y Mladic fue capturado el 26 de mayo de este año en la región serbia de la Voivodina (norte).

“Estos 16 años han sido como 16 días”, recordó este jueves Munira Subaric, quien actúa como testigo protegido en el juicio a Mladic y Karadzic (y, por tanto, no puede contar detalles sobre el proceso) y que durante la matanza perdió para siempre a 22 varones de su familia. “Hace cuatro años enterramos a mi marido y seguimos buscando a mi hijo mayor”, afirmó.

El problema de la localización de los cuerpos es que “los criminales, no satisfechos con matar a nuestros hijos, hicieron de cada fosa común muchas fosas comunes y desmembraron los cuerpos para dificultar su localización”, explicó. Por ello, “ningún cuerpo está completo”. “Se han encontrado huesos, una mano, un diente, que tras los análisis de ADN representan un nombre y un apellido”, prosiguió. “Les faltan pies, la cabeza, las manos, no es así como nacieron nuestros niños, pero así es como tenemos que enterrarlos”, agregó.

En todo este tiempo, las autoridades serbias y bosnias han intentado callarlas con todo tipo de promesas. “Nos han pedido que renunciáramos, nos han prometido dinero y visados, pero la muerte de nuestros hijos y maridos es nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro”, aseveró.

EL PAPEL DE PAÍSES BAJOS

Las Madres de Srebrenica están pendientes, para finales de este año o principios del próximo, de lo que decida el Tribunal Supremo holandés sobre su demanda contra el Estado de Países Bajos, al que responsabilizan de la matanza por considerar que los 'cascos azules' de este país no hicieron todo lo posible para evitarla.

“Si decide en favor de las víctimas, nuestras peticiones son que se reconozca la responsabilidad de Países Bajos y que se indemnice a las víctimas, y si no es así, acudiremos al Tribunal (Europeo de Justicia) de Estrasburgo o incluso a la Justicia de Bélgica”, explicó.

Al respecto de la demanda, Subaric aseguró que el teniente coronel Tom Karremans, quien comandaba la fuerza de 600 soldados holandeses encargada en julio de 1995 de proteger el enclave, reside actualmente en España y expresó su deseo de que “sea consciente como ser humano y actúe de testigo durante el proceso contra Países Bajos”.

“Queremos que salga y que diga públicamente lo que vio y lo que no hizo, y quién fue el responsable de ello, así nos será más fácil alcanzar la verdad y la justicia”, afirmó. “También queremos que explique por qué él y su esposa recibieron regalos de Mladic después de la matanza”, regalos “que aceptó”, denunció. “Él mismo acusó, en declaraciones a la prensa, a su Gobierno y al Ministerio de Defensa de responsabilidad en la matanza”, añadió.

La presidenta de Madres de Srebrenica se mostró particularmente crítica con la Unión Europea, que “ha tenido, y la sigue teniendo, una política muy sucia con las víctimas”.

Según ella, tanto la UE como Estados Unidos “ayudaron a que se cumpliera el proyecto de Mladic y Karadzic” de división étnica de Bosnia, plasmado en los acuerdos de paz de Dayton de 1995, de tal manera que, en la actualidad, “Bosnia es un país pequeño con tres presidentes, en contraste con Estados Unidos, que es un país grande con uno solo”.

Aparte, denunció, el objetivo de la UE, una vez se admita la adhesión de Serbia, es que se “olvide” la matanza. “Todos quieren olvidar, Europa sobre todo, que calla y sigue callando porque somos musulmanes”, denunció. “Tenemos que aprender del pasado para tener un futuro mejor, no debemos olvidar para que no se repita”, agregó.

Pese a todo, aseguró, la organización cuenta con numerosos apoyos internacionales, incluso en Serbia y en la Republika Srpska. En la entidad serbia de Bosnia, los apoyos, “por supuesto, no son gubernamentales” y los que colaboran con ellas desde la sociedad civil “lo hacen en secreto”.

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