Soldados yemeníes desertan porque se niegan a disparar a más manifestantes desarmados
WASHINGTON, 20 (EUROPA PRESS)
Más de 400 soldados del Ejército de Yemen han desertado durante la madrugada de este domingo, aduciendo que no van a atacar más a manifestantes desarmados.
Este anuncio se produce después de que permanecieran varias horas frente a las decenas de miles de manifestantes en Saná y les prometieran apoyo incondicional a su causa.
“Nos mantendremos con la voluntad del pueblo y no mataremos a jóvenes desarmados”, ha declarado a la cadena norteamericana CNN un soldado yemení. “Estamos aquí para defender a la gente”, ha agregado.
Los soldados han gritado 'El carnicero debe ser sometido a juicio', en alusión al presidente yemení, Alí Abdulá Salé, mientras recorrían la rebautizada plaza del Cambio de la capital.
Horas después de la celebración, las tropas fueron agasajadas a su llegada al cuartel del general Mohsen Ahmar que dirige el Ejército desertor desde marzo. La mayoría de los soldados eran miembros de la Guarida Republicana y de las fuerzas de seguridad, que están lideradas por el hijo mayor de Salé y el sobrino, respectivamente.
El comité organizador de la plaza confirmó esta semana que varias decenas de activistas desarmados fueron abatidos por las fuerzas de seguridad del régimen de Salé durante el último mes. La cifra indicada por este organismo ronda los 1.000 jóvenes fallecidos desde el comienzo de los levantamientos en enero.
“Cada día que pasa, este régimen opresor está más debilitado”, ha argüido el joven Abdul Nasser al Kulaibi. “Pronto Salé será verá sorprendido ante la marea que tratará de echarle y caerá sin haberlo previsto”, ha añadido.
A comienzos del día, medios oficiales informaron de que Salé y varios altos mandos del Gobierno habían visitado a miles de unidades de la Guardia Republicana, exhortándoles a mantenerse firmes en defensa del país.
Salé les comunicó que los líderes yemeníes están “dispuestos a sacrificarse por el devenir del país”.
El presidente yemení ha rechazado de forma reiterada los sucesivos acuerdos para la paz auspiciados por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) a pesar de la presión de la comunidad internacional para que abandone el poder y, así, impulse una transición democrática. En junio, fue objeto de un ataque aéreo que le obligó a ser intervenido quirúrgicamente en Arabia Saudí por las graves heridas y quemaduras que sufrió, lo que le llevó a permanecer varios meses en el emirato. Su ausencia en Yemen propulsó el movimiento opositor para acelerar su derrocamiento.