El volcán de La Palma deja al sector turístico insular “con enormes pérdidas” al aislar a uno de sus núcleos

Una turista toma imágenes del cráter del nuevo volcán de La Palma. Foto: LUIS GONZÁLEZ/EFE

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

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El nuevo volcán surgido en septiembre de 2021 en la cordillera dorsal de Cumbre Vieja, en La Palma, ha dañado el 10% del territorio insular y ha originado un terremoto en los pilares de su economía. La actividad turística, el segundo motor de la isla tras el sector primario, se ha visto resentida y se encuentra en “situación de extrema vulnerabilidad” y “con enormes pérdidas”, según la patronal palmera. La zona este de la isla, donde se ubica el núcleo alojativo de Los Cancajos (Breña Baja), concentra la mayor parte de los ingresos tras la erupción al estar inoperativas unas 5.000 camas en la comarca oeste, en Puerto Naos (Los Llanos de Aridane), por la emisión de gases y por los devastadores efectos de la lava. El Valle de Aridane -a excepción de la Villa y Puerto de Tazacorte, que cuenta, de momento, con la única playa libre de emanaciones volcánicas-, ha pasado de ser el corazón financiero de La Palma a vivir un declive a raíz del evento telúrico, que ha mermado la oferta turística del oeste y la producción agrícola, basada principalmente en el cultivo del plátano.

La Palma, que antes de la erupción contaba con 17.000 camas alojativas, dispone en la actualidad de 12.000 y ve peligrar su posición como destino en el circuito de la oferta turística europea. La mayoría de establecimientos convencionales operativos ha tenido “un verano bueno” con la llegada de turismo peninsular, que se ha duplicado, e insular, que ha logrado compensar la pérdida del 50% de los visitantes alemanes. Sin embargo, la preocupación de cara a la próxima temporada de invierno es máxima.

Ayudas al sector turístico del Valle de Aridane

Las principales entidades empresariales de La Palma, las federaciones del sector comercial y empresarial (FAEP y Fedepalma), la delegación insular de la Cámara de Comercio; los centros de iniciativas turísticas (CIT) Tedote e Insular, y la Asociación Hotelera y Extrahotelera de la provincia tinerfeña (Ashotel), solicitan “una respuesta urgente del Ministerio de Turismo” para “evitar la pérdida irreversible de las camas turísticas afectadas por la erupción volcánica”. Asegura que “sigue sin hacer efectivas las ayudas en concepto de unidad alojativa al sector turístico del Valle de Aridane, lo que afecta de forma directa a unas 4.000 camas turísticas de la zona”. 

“El sector necesita estas ayudas si no queremos vernos abocados a una mayor e irreversible pérdida definitiva de plazas turísticas, algo que condicionaría aún más la ya debilitada oferta alojativa palmera, y la posición de La Palma en la planificación de los operadores turísticos y de las líneas aéreas, que necesitan un volumen de oferta alojativa suficiente para mantener al destino de la Isla Bonita en el circuito de la oferta turística europea”, advierte.

Exención de tasas aeroportuarias

La patronal palmera también demanda que Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) amplíe durante 2023 la exención de tasas aeroportuarias a las compañías aéreas que operan con La Palma, así como la continuidad “de manera urgente” de los incentivos a las conectividades desde la península y Europa. 

“Llevamos meses intentando que los compromisos adquiridos por el Ministerio de Turismo se hagan efectivos para contrarrestar las enormes pérdidas y la extrema situación de vulnerabilidad del sector turístico palmero; los meses transcurren y la programación del próximo invierno llega a su fecha límite sin que las compañías aéreas conozcan si cuentan o no con las ayudas que permitirían estimular la operatividad aérea con La Palma”, subraya. La prolongación de la exención de las tasas aeroportuarias “permitiría que las compañías continuaran recibiendo el reembolso del 100% de la tarifa de pasajero en los vuelos de salida y llegada, más allá de diciembre de 2022”. Añade que “esa bonificación es imprescindible durante la próxima temporada de invierno, favoreciendo el abaratamiento de la tarifa que las aerolíneas trasladan a los pasajeros por la utilización de la infraestructura, lo que puede contribuir a promover la actividad en el Aeropuerto de La Palma”.

Resalta que “esta no es solo una cuestión turística, sino que tiene un efecto transversal en todos los sectores y subsectores de la economía palmera. Si no fortalecemos nuestra oferta alojativa, dejarán de llegar turistas, lo que repercutirá directamente en la destrucción de empleo y en un empobrecimiento de las pequeñas y medianas empresas de todo el territorio palmero”.

Balance del periodo estival

Óscar León, presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) Tedote, ha señalado a este periódico que “este verano, para los que hemos logrado sobrevivir, ha sido bueno dentro de las actuales circunstancias; los números son buenos en general, nos vamos recuperando”. “El turismo peninsular sube, se ha doblado, -y sube también el insular-, gracias a las campañas de promoción conjuntas con el Cabildo de La Palma que hemos desarrollado en la Península, se ha hecho un buen trabajo y hemos tenido una respuesta favorable”, subraya. Sin embargo, lamenta “la pérdida del 50% del mercado alemán, porque las catástrofes no venden, lo que queda en la retina es la destrucción y las evacuaciones”. Recuerda que el Hotel Sol de Puerto Naos y su entorno, ahora inoperativo por los gases, era un enclave eminentemente germano. Léon, como miembro de la patronal, solicita al Ministerio de Turismo que se hagan efectivas “con urgencia” las ayudas al sector turístico del Valle de Aridane y que se amplíe durante 2023 la exención de tasas aeroportuarias a las compañías aéreas que operan con La Palma. El bono turístico impulsado por el Gobierno de Canarias para el periodo estival, en su opinión, “ha ido bien, pero es algo puntual; el próximo invierno, el corto plazo, es preocupante”. Apuesta por la exención de tasas a las compañías aéreas y la “promoción a tope con el Cabildo” para salvar la temporada invernal.

La planificación, “lo más importante”

Ana García Suárez, CEO de Astrolapalma, empresa palmera referente en astroturismo, considera que “lo importante es la planificación para el futuro. Después de dos crisis seguidas y sobrevenidas como son la covid y el volcán, que han demostrado la total fragilidad del turismo como sector económico, ¿cuáles son las acciones llevadas a cabo por la Consejería de Turismo del Cabildo para fortalecer el sector? Ninguna. El plan director de promoción turística insular anunciado hace un par de semanas para 2023-2025, llega tarde”, asegura.

El bono turístico de La Palma, dice García Suárez, “está funcionando porque es indistinto de las capas sociales, cualquier persona puede viajar”, pero subraya que se registran “reservas de última hora que crean problemas de personal, de planificación de las empresas, incertidumbre, e incluso una bajada de los precios para vender las últimas plazas”.

En cuanto a las empresas de ocio activo, recuerda que “dejaron de trabajar durante la erupción por dos razones: la incidencia directa del volcán (cierre de senderos, ceniza y nubosidad -en el caso del astroturismo-) y por la cancelación de vuelos”. “La recuperación comenzó muy tímidamente en Semana Santa con la apertura de senderos; en astroturismo hay una disminución de clientes y las visitas al Observatorio del Roque de los Muchachos (ORM) siguen suspendidas desde marzo de 2020, mientras que en El Teide se reanudaron en diciembre de 2021. No sé si somos conscientes del perjuicio que ocasiona esta situación a la imagen de La Palma”, advierte. El turismo de volcanes, añade, “sí se ha incrementado gracias a la Consejería de Emergencias del Cabildo, que lo ha facilitado, y al Ayuntamiento de El Paso”.

Considera que la imagen de La Palma en el exterior “sigue siendo confusa y debemos aprovechar la reconstrucción para que sea consistente. Si somos una Reserva de la Biosfera, que se note, y si somos una reserva oscura, que se note también. La reconstrucción debe estar pensada para una sostenibilidad real en el futuro”, apunta.

La CEO de Astrolapalma destaca que, tras la erupción, “gran parte del alojamiento se concentra en la zona este de la Isla y, en consecuencia, los ingresos también se concentran en esta comarca, por lo que el gran perdedor es el Valle de Aridane, a excepción de Tazacorte, que cuenta con la única playa abierta al baño actualmente; por tanto, hay un reparto muy desigual de los ingresos turísticos”.

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