Antes, cuando eran joven e indocumentado, no tenía puñetera idea del conflicto palestino, me confieso ‘pecadorrrr de la pradera’, así que luego pensé que tal vez ambos tenían algo de razón, y que por tanto tenían que buscar un consenso, como el que consiguieron las dos Españas en el 78, entonces alguien me llamó uno de los peores insultos que puede recibir un ciudadano de medianías, equidistante, sí, equidistante, y yo para salir del oprobio, que me afectó hasta tal punto que cuando iba por la calle, hablo del paleolítico, con dos señoritas nunca me ponía en el centro para que nadie pensara que yo era equidistante, qué horror, así que en consecuencia, y volviendo al tema original, decidí estudiar a fondo el conflicto de Oriente Medio entre judíos y palestinos, fui a Google, busqué toda la información que pude, política, religiosa, geográfica e histórica de ambas partes y ahora por fin estoy en condiciones de poder afirmar con absoluta certeza que ahora, ahora sí que no tengo ni puñetera idea y como ya no quiero ser equidistante que queda muy feo en la España actual, he decidido tomarme un descansito del tema a ver si alguien inventa algo, una pastillita o algo, una idea genial, o surge un profeta mezcla de Gandhi y Mandela, de Moisés, Cristo y Mahoma, digamos que un profeta o un Mesías 2.0  total, enriquecido con inteligencia artificial porque de la otra ya no nos va quedando y soluciona el tema de una vez por todas y de camino el intríngulis del desarrollo turístico de La Palma, aunque tampoco se le puede pedir tanto.