Puerto de Naos: un proyecto de futuro

Desde hace muchos años hemos oído hablar del potencial de Puerto de Naos. Recuerdo aquellos tiempos, antes y después de inaugurado el hotel Sol, de pasar parte de mis vacaciones de verano y de disfrutar con toda la familia de su paseo junto al mar, con el sol cayendo de plano sobre aquel espacio vital, y deleitarnos en un cúmulo de sabores de la oferta gastronómica de tres o cuatro restaurantes que visitábamos con frecuencia, incluso fuera de ese periodo estacional. Allí, algunos amigos llanenses me hablaban del futuro del lugar, que algunos agoreros vaticinaban con desilusión como un fiasco, por el extremado “mal gusto” de las construcciones originarias, una implantación urbanística con apartamentos en vertical, tres y cuatro plantas, poco atractivos como reclamo turístico. Sin embargo, casi nadie negaba lo inigualable de la zona y las prestaciones turísticas de ocio y esparcimiento que podría tener, si estuviera adecuadamente dotada. Hoy nos satisface el proyecto de embellecer el entorno de la playa, porque Puerto de Naos no ha dejado de ser un lugar estratégicamente situado en medio del enclave agrícola costero de Los Llanos de Aridane, en una franja que se podría consolidar con otras actuaciones futuras, la expansión hacia El Remo, e incluso la prolongación de una vía litoral hasta otro enclave turístico, el de las Indias en Fuencaliente.

El objetivo del proyecto actual de Puerto de Naos es embellecer este emplazamiento playero y acercar de paso la avenida a la arena con la creación de varias rampas de acceso. Las obras, que se efectuarán frente al litoral, abarcan desde la playa chica hasta la punta del pozo, junto al hotel Sol La Palma. Según el proyecto desaparecerán los kioscos y se reordenará el tráfico con la incorporación de una nueva vía, de forma que la calle de la avenida sea totalmente peatonal, aunque utilizada en momentos puntuales para carga y descarga y por los propietarios de la zona.

“El proyecto”, según ha señalado días atrás la alcaldesa del municipio, “contempla actuar en 11.500 metros cuadrados de paseo marítimo, en 1.175 metros cuadrados en el Barranco del Hombre y en 3.330 metros cuadrados de calles interiores”. Además, señaló Noelia García, “será demolida una parte del muro de mampostería para ejecutar el nuevo trazado de acceso a la playa y se renovará el mobiliario urbano para hacerlo más acogedor”. La actuación es fruto del convenio de colaboración entre el Instituto de Turismo de España y la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, que encomendó la ejecución al Cabildo el pasado año. Es de lamentar la merma en el presupuesto de las obras, que debido a los recortes del Estado se ha quedado en torno al millón doscientos mil euros. Esperamos que sean suficiente para dar a Puerto de Naos “un lavado de cara”, pues mucho me temo que una remodelación de tan poco dinero, mejorará pero no cambiará en exceso el trazado urbano del paraje. No olvidemos que, como en otros muchos rincones costeros, al principio se pensó en crear allí, un espacio residencial de verano sin grandes pretensiones, para los naturales de Los Llanos de Aridane. Con el paso de los años y la llegada incipiente del turismo, las perspectivas han sido otras. De ahí, que todavía se espere por ese gran proyecto, que permita corregir, en parte, los desmanes urbanísticos cometidos en la primitiva fisonomía de lo que tenía que haber sido un rincón de ensueño que posibilitara el despegue turístico del Valle, un lugar pintoresco, ubicado en un entorno de privilegio, refugio para cuantos buscan tranquilidad y la hospitalidad de nuestra gente. Ahora, con este nuevo proyecto de embellecimiento, teniendo enfrente el mar y el acceso libre al uso lúdico de la playa y de sus dos componentes básicos, baño y sol, creo que su relanzamiento podría estar asegurado.