La única cordura es la locura con ‘Utopía’
La Fiesta de Arte de Los Llanos de Aridane ha convertido a Sancho Panza en el loco de “En un lugar del Valle de Aridane, de cuyo nombre no quiero acordarme”, porque en una sociedad donde la imposición de ser productivos aniquila la sensibilidad y adormece el corazón, el alma y el espíritu, solo quienes dejan de lado la razón práctica pueden recordar que la felicidad está a la vuelta de la esquina o, en este caso, en el mural y las pinturas que pueblan los edificios de este municipio si se posee el valor de levantar la cabeza del móvil y mirar, mirar y recordar lo que es soñar.
En el escenario solo una farola y un banco, las paredes de un callejón que se pintan con grafiti o con las proyecciones audiovisuales, y la luz cenital blanca cuando se desvelan las verdades que oprimen o de colores en los laterales para crear los rincones necesarios para las confidencias y la llamada a la acción del baile, la música en directo y la danza contemporánea. “Vamos Sancho, vamos”, animan desde el público a media voz con entusiasmo porque en ‘Utopía’ Sancho Panza somos todos, que sonreímos primero de complicidad para, luego, desbordarnos de tristeza contenida con el personaje universal que es la racionalidad por antonomasia y que parece haberla perdido en 2025. Solo Don Quijote es capaz de llevarlo a la locura necesaria para que recupere la inocencia, para que crea en imposibles, para que juegue en libertad un minuto más antes de irse a dormir tras doce horas trabajando, mirando al móvil, pagando facturas, siendo productivo, sin recordar que hay un cielo porque no levanta la cabeza.
El viaje que propone este este espectáculo multidisciplinar con dirección de Iriome del Toro y Naira Gómez, empieza en la oscuridad con la voz desconcertante y enérgica de Don Quijote, interpretado con todos sus matices por Miguel Ángel Maciel. Este se pasea entre el público mientras, en el escenario, un grupo de encapuchados con los ojos vendados deambula de un lado para otro con los ojos vendados mirando al móvil, aparato telefónico que levantan en alto como bandera. Entonces aparece la libertad, en forma de grafiti que se lee, y el ingenioso hidalgo sonríe con su bastón en la mano. La magia existe y él la traerá de vuelta para Sancho, al que parece que le va a dar un ataque al corazón en cualquier momento, como a todas las personas que nos tropezamos por las calles y hablan deprisa, y no tienen tiempo, y llegan tarde al trabajo, a una entrega, a una reunión, a recoger a sus hijas… pero las personas estamos vivas todavía, y eso es lo que reivindica ‘Utopía’ con un libreto de Naira Gómez. El texto posee profundas reflexiones que entrelazan la libertad o la muerte del espíritu maravillosamente hiladas para un viaje de Sancho Panza a Ítaca, que es la ciudad de Los Llanos de Aridane y las infinitas posibilidades de vivir a todo color que ofrecen las proyecciones audiovisuales de detalles de los cuadros del CEMFAC, todo ello aderezado con continuas y bien encajadas referencias al texto de la novela universal “El ingenioso hidalgo Don Quijote”, de Miguel de Cervantes.
Durante su viaje, Sancho Panza, está acompañado, además, por Arte, una encarnación interpretada con coraje por Nina Chumakov, el aguamiel necesario para ser valientes, alzar la voz y ver más allá. Todo ello aderezado por el grupo de bailarines Canary Dance Conection Studio, que entra en el escenario como una bocanada de aire fresco que posee cada vez más luz gracias al ritmo, al vestuario, a las miradas directas y sonrientes. Así, Sancho Panza despierta al fin a la locura tras un sueño que no es ‘Utopía’, es el sueño de la razón que produce monstruos pintado por Francisco de Goya y que se ha llevado no solo la libertad, sino las ganas de poseerla si no se pagan las facturas a final de mes. El encuadre de este momento del despertar, ahora a la necesaria locura, que logra la escenografía con la iluminación y la interpretación magistral de Iriome del Toro, es una obra de arte en sí misma. El broche entonces es la danza contemporánea que regala Dorian Acosta como representación de la felicidad desnuda, hermosa, sencilla y armónica de la inocencia en sus elegantes piruetas que llaman a la brisa con el vaivén de sus brazos para que se lo lleve todo, todo lo que nos encadena, y volvamos a creer posible lo imposible: ser libres.
Obligados a la nada no queda más refugio que la calle, y si la calle se pinta de colores, entonces, todavía queda la esperanza de levantar la mirada y sentirse vivos. Quizás sea una ‘Utopía’, pero la utopía siempre ha sido una isla en medio del océano, una isla donde la libertad se pasea por las calles de Los Llanos de Aridane y, una vez al año, toma forma para convertirse en Fiesta de Arte, en celebración de la revolución, de la diferencia, del arte como vehículo para gritar y hacer pensar en un espacio abonado para que la locura lleve al fin a la razón.
“Es la fiesta de las fiestas, la fiesta matriz”, se escuchaba entre el público antes de comenzar el acto, ya que esta celebración hunde sus raíces en la primera mitad del siglo XX, cuando los intelectuales del Valle de Aridane impusieron una noche de gala en el programa de las fiestas patronales del municipio en honor a Nuestra Señora de Los Remedios, que organiza el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane. En esta noche de reinas se llevan al escenario las palabras de los ilustres del municipio para que estos destaquen la importancia de una manifestación artística o un artista que con valor se ha ganado un espacio entre las estrellas de ese firmamento limpio, único que brilla más cerca en La Palma.
“El arte no solo es espectáculo, es también resistencia, es decir: estamos aquí y estamos vivos”. Con estas palabras del mantenedor de este año 2025, Ricardo Suárez, responsable del CEMFAC (La Ciudad en el Museo, Foro de Arte Contemporáneo) queda de manifiesto que la cultura es una fiesta, la fiesta de la vida, y que esta Fiesta de Arte es un legado que permanece en la memoria y en los corazones de quienes la disfrutan desde hace más de un siglo. Este año, además, se celebra el 25 aniversario de la creación de esta pinacoteca única en su género, abierta a los ciudadanos que recorren las calles del municipio varias veces al día celebrando la vida cada vez que se paran a contemplarlos. La banda municipal de Los Llanos de Aridane también puso banda sonora a esta vida que hay que vivir libremente, mucho más rodeados de arte, con la interpretación emotiva de varias piezas, entre ellas ‘Viva la vida’, de Cold Play.
Ficha técnica
Fiesta de Arte de Los Llanos de Aridane
'Utopía'
Dirección: Iriome del Toro y María de Vigo.
Ayudantía de Dirección: María de Vigo.
Coreógrafo: Dorian Acosta.
Dirección Musical: Ricardo González.
Regiduría: Javier González.
Dramaturgia: Naira Gómez.
Producción: Naira Gómez.
Actores: Miguel Ángel Maciel, Iriome del Toro y Nina Chumakov.
Grafitero: Okis.
Danza Urbana: Canary Dance Conection Studio.
Danza Contemporánea: Dorian Acosta Danza.
Diseño Gráfico: Naira Gómez.
Vestuario: Diseño de Lorena Mares y Naira Gómez.
Escenografía: Diseño de Iriome del Toro y Naira Gómez.
Audiovisuales: Iriome del Toro.
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