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La lava comienza a crear una nueva fajana en Tazacorte y obliga confinar a unas 3.000 personas

La lava cayendo al mar, este lunes, en la costa de Tazacorte y formando una nueva fajana al norte de la anterior.

Efe/La Palma Ahora

22 de noviembre de 2021 16:01 h

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La lava que ha alcanzado el mar a mediodía de este lunes en la parte norte de las coladas del volcán de La Palma, cerca de Tazacorte, está generando un nuevo delta lávico o fajana y ha obligado al confinamiento en sus casas de unas 3.000 personas del barrio de San Borondón, casco de Tazacorte y el núcleo de población diseminada de El Cardón hasta Camino Los Palomares por el norte, una medida que se mantendrá al menos durante 24 horas. La medida se ha tomado en previsión de posibles emanaciones de gases nocivos para la salud de las personas por el contacto de la lava con el mar.

Aunque las emisiones de dióxido de azufre han marcado un mínimo desde que comenzó la erupción, entre 900 y 1.300 toneladas diarias, el viento del oeste y el suroeste ha provocado problemas en la calidad del aire en los municipios al este, fundamentalmente Santa Cruz de La Palma, Breña Alta y Breña Baja.

Por eso Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) ha extendido a esos municipios las recomendaciones que se aplicaban para la población del Valle de Aridane desde el principio de la erupción: uso de mascarillas FFP2 por la presencia de partículas inferiores a diez micras y que la población más sensible salga a la calle lo menos posible.

La orientación de la nube de gases y cenizas del volcán hacia el este mantiene inoperativo el Aeropuerto de La Palma y dada la previsión meteorológica se espera que las incidencias en la operatividad aeronáutica continúen en las próximas 24 a 48 horas, según han expuesto en rueda de prensa los portavoces del Pevolca, Carmen López y Miguel Ángel Morcuende.

La sismicidad generada por la erupción se mantiene como en días anteriores, con un terremoto de magnitud 4.8 a 36 kilómetros de profundidad y con intensidad IV como máximo exponente, y tampoco hay novedades en cuanto a la deformación o el tremor, que siguen estables.

La portavoz científica del Pevolca, Carmen López, dijo que aún es pronto para sacar conclusiones sobre el descenso en la emisión de dióxido de azufre, uno de los indicadores que utilizan los científicos para anticipar la evolución de la erupción, y destacó que este parámetro registra gran variabilidad.

Por eso será preciso esperar a las mediciones de los próximos días para evaluar la evolución del dióxido de azufre, que en todo caso mantiene una tendencia descendente desde el 23 de septiembre.

Miguel Ángel Morcuende ha explicado que la Unidad Militar de Emergencias (UME) está haciendo mediciones de gases en la zona donde la colada número siete ha alcanzado el mar este mediodía, entre las montañas de Todoque y La Laguna, más próxima a esta última.

“En cuanto tengamos un conocimiento exhaustivo de los gases que hay y la distancia a la que se propagan podremos levantar o no el confinamiento domiciliario”, una decisión que se tomará probablemente el martes, una vez transcurridas 24 horas, explicó Morcuende.

Señaló que el confinamiento no afecta al Puerto de Tazacorte, sino al barrio de San Borondón, a la Villa de Tazacorte y a la zona al este del casco.

Reconoció que el Pevolca no esperaba que la lava llegara tan pronto al mar por esta zona.

Es “una nueva sorpresa” de este volcán, que se atribuye a los nuevos aportes tras los desbordes registrados en el cono en días pasados y a que el magma ha discurrido por encima de las coladas previas y por tubos lávicos, sin absorber nuevo material como ocurre cuando ocupa nuevo territorio.

Aunque casi toda la energía circula por la colada siete, la que acaba de llegar al mar, la lava también avanza por las coladas situadas más al sur, la uno, la dos y la nueve, que ya prácticamente forman una sola.

Este avance de la lava ha llevado a que la superficie total ocupada ascienda a 1.060,22 hectáreas, siete hectáreas más que la víspera, y la anchura entre coladas es de 3.300 metros, cien metros más.

Las últimas estimaciones del catastro sobre la afección de la lava apuntan a 1.481 edificaciones afectadas, de las cuales 1.193 son residenciales, 159 agrícolas, 67 industriales, 34 de ocio y hostelería y 28 de otros usos.

El cálculo del sistema de satélites Copernicus sitúa las edificaciones afectadas en 2.746, de las que 2.651 han sido destruidas.

En los dos hoteles dispuestos en Fuencaliente y Los Llanos de Aridane para albergar a personas evacuadas hay 503 personas y en residencias sociosanitarias permanecen 43 personas dependientes.

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