Un total de 19 sensores controlan la evolución de La Laguna de Barlovento
Un total de 19 sensores controlan desde esta semana La Laguna de Barlovento. El sensible mecanismo detecta cualquier variación que registra la gran balsa de La Palma. En concreto, siete aparatos del citado dispositivo vigila el nivel de humedad del cimiento del enorme recipiente hídrico y 12 analizan los posibles asentamientos que se puedan producir. “Con esta monitorización se tiene un control a tiempo real de los niveles de agua en el embalse y el comportamiento del cimiento, con el fin de analizar su evolución con el llenado y tomar las decisiones que se consideren necesarias al efecto”, informa el Cabildo en un comunicado.
La instalación de los referidos aparatos se ha llevado a cabo en el marco de la reparación realizada en La Laguna tras la rotura registrada en la misma hace más de un año y medio por la presión del agua almacenada. Esta tarea, realizada por el Consejo Insular de Aguas de La Palma, según se indica en la nota de prensa del Cabildo, han concluido esta semana, la última de noviembre y permitirá que La Laguna de Barlovento, pueda guardar 2.250.000 pipas de agua (480 litros por pipa); es decir, 1.080.000 metros cúbicos, lo que significa “un 30% de la capacidad total del embalse”. Actualmente el embalse tiene 375.000 pipas almacenadas, provenientes de las lluvias de los últimos días y del agua de galerías excedente al no regar en la zona.
La presidenta insular, Guadalupe González Taño, señala que “tuvo que ser el Consejo Insular de Aguas de La Palma quien acometiera los trabajos de emergencia para permitir asegurar el mantenimiento de la capacidad de almacenamiento que ha quedado tras la avería de La Laguna de Barlovento de abril de 2011, y de esa manera continuar usando dicha infraestructura”.
Según se precisa en el comunicado, “tras la pérdida de financiación por parte del Estado para la ejecución de los trabajos definitivos que permitan acometer la total reparación de la balsa, desde el Consejo Insular de Aguas se planteó esta intervención, que ha rondado los 500.000 euros”.
La finalidad de los trabajos ha sido “el recuperar una mínima operatividad de la infraestructura, y de ese modo poder incorporar aguas de escorrentía superficial”. Asimismo, añade, “se ha mejorado el conocimiento del estado de la balsa y de sus infraestructuras, pudiendo contar con una capacidad superior a los dos millones de pipas”.
Los trabajos han consistido “en la limpieza y retirada de lámina y capas inferiores, reperfilado de la oquedad, instalación de geotextiles y conductos de drenaje, relleno con material granular, e impermeabilización con lámina”. Del mismo modo se han retirado “los elementos y materiales existentes, se ha procedido la instalación de conducciones de drenaje, toma, desagüe y alivio, cierre hidráulico, relleno con hormigón en masa del tramo final de la galería, y reinstalación del alumbrado de la totalidad de la galería”.
Se ha intervenido también en los puntos de toma y desagüe de fondo, en el aliviadero, y en el acondicionamiento de la antigua cámara de válvulas, realizando también sondeos y catas, y en la elaboración de los ensayos correspondientes.