La botella de oxígeno de El Diablo “no se abrió”
Las causas por las que El Diablo de Tijarafe cayó mientras danzaba en la plaza de La Candelaria en la madrugada del 7 al 8 de septiembre, no están aún claras, pero lo que sí se ha podido confirmar es que la botella de oxígeno que portaba en su interior la carcasa de la infernal figura “no se abrió”, según ha asegurado a LA PALMA AHORA Ricardo Cáceres, concejal y portavoz del grupo de Gobierno del Ayuntamiento. Inmediatamente después del incidente, los responsables municipales solicitaron sendos informes a la Policía Local y a la Guardia Civil, que concluyeron que la bombona de aire no había sido utilizada. “En ediciones anteriores, la botella de oxígeno siempre ha sido abierta por la persona que 'corre' El Diablo, y por eso se le exige el carnet de submarinista, para que conozca su funcionamiento”, resaltó Cáceres. “El vademécum del submarinismo dice que antes de tirarse al mar hay que verificar el estado de la botella de oxígeno por tu propia seguridad, y meterse en la carcasa es como hacer una inmersión, con el agravante de que te vas a encontrar con mucho humo que te puede acarrear una hipoxia (falta de oxígeno)”, explicó el edil. “No sabemos realmente qué ocurrió, si hubo algún malentendido, pero nosotros confiábamos en que la persona que iba dentro de la carcasa abriría la botella de oxígeno, porque así ha sido siempre”, insistió.
El hombre que encarnaba este año a El Diablo, el número más esperado y emblemático de las fiestas de La Candelaria, lo hacía por primera vez, pero tal y como exige el Ayuntamiento, está en posesión del carnet de submarinista.
La bombona de oxígeno que porta en su interior la carcasa de fibra de vidrio de El Diablo tiene como finalidad facilitar la respiración del figurante, que, mientras baila, se ve invadido por una gran cantidad de humo procedente de las sucesivas explosiones de fuegos de artificio que se producen durante el espectáculo. Esta herramienta auxiliar es propiedad del Ayuntamiento de Tijarafe y fue adquirida a una empresa de submarinismo de Tenerife. Tiene una capacidad de cinco litros de oxígeno, lo que permite una autonomía aproximada de entre 20 y 30 minutos, señaló Cáceres. La recarga de la botella es responsabilidad de un club de buceo de la Isla.
A pesar de que El Diablo cayó cuando llevaba danzando unos 14 minutos, el dispositivo de emergencia logró retirarlo de la plaza y proteger al público de las explosiones pirotécnicas. No obstante, en la operación resultaron afectados el suplemente de la figura, que intentó proseguir con el baile, y dos bomberos. Los tres tuvieron que recibir atención médica por inhalación de humo y polvo de extintor o por los efectos de la onda expansiva de la carga explosiva. Este percance ha originado que, en las próximas ediciones de este singular número festivo, que este año congregó a más de 10.000 personas, el Ayuntamiento exija “certificados” a todos los técnicos que intervengan en el espectáculo y a la propia persona que encarne al maligno personaje. “Con esta medida queremos garantizar que todo está correcto”, afirmó Cáceres.
El portavoz del grupo de Gobierno indicó que el Ayuntamiento “tiene la responsabilidad civil subsidiaria” de lo que ocurra en la fiesta y recordó que tanto la persona que lleva la carcasa como los 18 miembros que integran el primer cordón de seguridad de El Diablo, “cuentan con un seguro específico de accidente y de responsabilidad civil”.