Las Danzas de El Paso y la Bajada de la Virgen de las Nieves
Acaso haya sido el pueblo de El Paso, a lo largo del tiempo, uno de los de la isla de La Palma que más se ha significado y esforzado en rendirle culto a la patrona insular. El Paso siempre ha colaborado en el desarrollo de las Fiestas Lustrales a través de la comparecencia en las mismas de distintas manifestaciones culturales, como ha sido el caso de actuaciones de bandas de música, exposiciones de la rica artesanía local de la seda, carrozas en las vistosas cabalgatas y, en la actual edición de la Bajada, la cita de La Machanga y Pepe (personajes del acto anunciador de la Cruz de Las Canales) en la Proclama de las Danzas junto al resto de figuras y de actos tradicionales más emblemáticos de la imaginería festiva de La Palma.
Como refrendo a esta particular devoción de los habitantes de este término situado en el centro geográfico insular, recordamos que la Virgen de las Nieves ostenta el título de alcaldesa honoraria y perpetua de la ciudad de El Paso, por acuerdo del pleno municipal de fecha 4 de mayo de 2010.
Una mirada retrospectiva nos lleva hasta «unas singulares escenificaciones coreográficas»: las famosas danzas coreadas infantiles con las que el municipio de El Paso (con el título de Villa, por entonces) participó en dos ediciones de las fiestas de la Bajada de la Virgen de las Nieves.
El escritor Ricardo Hernández Bravo señala al respecto de este tipo de danzas que: «utilizan, aparte de la música y el baile, una serie de elementos espectaculares que los emparentan con la actividad dramática: vestuario, empleo de arcos, efectos de luces, elementos líricos cantados o recitados».
En la edición lustral de 1880, tiempos en los cuales la Bajada se realizaba el segundo domingo después de la Pascua de Resurrección, se incluye en el programa festivo:
[…] jueves 8 de abril.
En la noche del indicado día 8 tendrá lugar una danza de niños de ambos sexos con que el pueblo de la villa del Paso contribuye a estos regocijos públicos, cuya danza principiará en la Plazuela de la Alameda, repitiéndose frente a Santa Catalina, en la proximidad de los números 61 y 46 de la calle de Santiago, en la placeta de Borrero, en el número 5 de la calle de Santiago ya indicada, en la plaza de la Constitución y en los números 9, 18 y 30 de la calle de O´Daly […].
Un manuscrito anónimo perteneciente al fondo histórico de la Biblioteca Cervantes de la Real Sociedad La Cosmológica de Santa Cruz de La Palma sobre la Bajada de 1880, nos detalla que un grupo de doce niños y doce niñas procedentes de la Villa de El Paso contribuyó a solemnizar las Fiestas Lustrales de esa edición.
«Venían elegantemente vestidos de ropage de sedas, y con medios arcos en las manos adornados con esquisito gusto, con los que hacían variedad de figuras de gran efecto, particularmente la que figuraba una canastilla. La danza empezaba al pié de un pedestal, del que salía una cruz que se iba elevando cuando dichos niños cantaban los versos siguientes:
Los hijos de El Paso,
cristianos devotos,
ofrecen sus votos
al pié de la Cruz.
Divina aureola
de amor y consuelo
que envía del Cielo
la sagrada Luz.
Los medios arcos de que nos hemos ocupado se hallaban colocados en dicho pedestal, formando una granada. La danza terminaba agrupándose los niños al pié de una palma, de la que se desprendía un tronco y aparecían dos ángeles que tenían en sus manos, uno el nombre de María, y el otro un letrero que decía: “La Villa de El Paso á” terminando en el nombre de María. En la parte alta de la Palma, se levantaba un lujoso pabellón que cubría á los mencionados ángeles, descubriendo otro nombre de María [xxx] despidiendo el ramaje de la Palma lluvia de fuegos artificiales, cantando los niños los versos siguientes:
Virgen de Las Nieves,
ved su nombre santo,
acepta este canto
del coro inocente.
De tantos milagros
que cuenta la historia,
exalte su gloria
plegaria ferviente.
La Palma giraba alrededor, mientras los niños cantaban los anteriores versos. Los ángeles que estaban en el tronco de la Palma, bajaban con el nombre de María, y seguían hasta el pedestal donde estaba la cruz, seguidos de los demás niños, los cuales volvían á colocar en el pedestal los medios arcos.
Esta danza gustó muchísimo, tanto por lo ingeniosa, como por la precisión y soltura con que los niños la desempeñaban, no se arriesgaba nada, si se asegura que fue lo mejor que hubo en las fiestas de la Bajada de Nuestra Señora (…). Dicha danza fue dirigida por D. Antonio Herrera Martín».
El director de la danza, Antonio Herrera Martín (1838 – 1913) natural de Santa Cruz de La Palma, fue secretario municipal y del Juzgado de El Paso. Además de sacristán y sochantre de la parroquia de Nuestra Señora de Bonanza (El Paso). A su iniciativa y dotes organizativas se debieron multiud de actos y espectáculos festivos, como fueron danzas y loas marianas.
«La danza de El Paso agradó extraordinariamente, siendo unánimes los elogios que se hicieron de ella, de lo que deben estar satisfechos los habitantes de esta villa, y especialmente el director de aquella, D. Antonio Herrera Martín. La repetición de esta danza, que se dio en el Circo [entendemos teatro Circo de Marte], fue a beneficio de la cuna de expósitos, y este hecho fue digno de elogio y de gratitud». Así se señalaba en las páginas del periódico La Asociación, el 18 de abril de 1880.
Veinte años más tarde, en el año 1900, de nuevo una Danza de El Paso, dirigida otra vez por Antonio Herrera Martín, participó en los festejos lustrales. La prensa local (La Defensa, 14 de marzo de 1900) recogía con satisfacción el compromiso del pueblo pasense de estar presente en la Bajada de la Virgen de las Nieves:
«Acreedores a nuestros aplausos son los habitantes de esa pintoresca Villa del Paso, de ese pueblo industrioso que guarda dentro de su jurisdicción los lugares aquellos en que se libraron los hechos históricos que unieron a La Palma con la madre patria. Sólo ellos han respondido dignamente al llamamiento que se les ha hecho, y comprendiendo que en el éxito de las próximas fiestas de la Bajada de la Virgen deben estar interesados todos los habitantes de esta aislada peña, han acordado llenar un número del futuro programa con una danza de niños, cooperando con ella al mayor lucimiento de esas tradicionales fiestas que han dado nombre provincial a La Palma. Ese, ese es el camino. La unión de todos los pueblos, el abrazo fraternal que nos una para aunados realizar el trabajo que nos lleve al mejoramiento moral y material de la madre común».
Así en el programa de fiestas se señalaba:
[…] jueves 26 de abril.
Artística danza ejecutada por niños de ambos sexos. La Villa del Paso contribuye con este espectáculo al mayor lucimiento de los festejos. Comenzará a las 8 de la noche recorriendo las calles de Santiago y O´Daly […].
El periodista Pedro José de las Casas Pestana (1856 – 1927), director del diario La Defensa, evocaba la impresión que le proporcionó ver la llegada de los ejecutantes de la danza: «conservo de la entrada que los niños de la referida Danza hicieron en esta Ciudad el miércoles 25, la más grata impresión. Jamás se me borrarán de la memoria aquellas pequeñas criaturas en traje marino que, luciendo sus estandartes y banderas, a compás de su banda de música, venían a tomar parte en nuestras demostraciones de alegría. Fue esto un número no anunciado en el programa; y un número conmovedor y hermoso. La Danza… es pálido cuanto se diga respecto a ella. Su ejecución buena. Su aparato ingenioso, artístico, admirable. Merece su director, D. Antonio Herrera la enhorabuena y nosotros gustosos se la damos».
Al mismo tiempo aprovechaba para, desde las páginas de su periódico, agradecer y felicitar a los señores: Juan Suárez Sánchez (maestro nacional de El Paso), Valentín Pérez Jiménez (alcalde de El Paso), Antonio Herrera Martín (director de la danza), José Ana Pérez Capote (médico de El Paso), Antonio Martín y demás individuos que compusieron la Junta Organizadora de la Danza por el éxito alcanzado «siendo de los mejores números del Programa».
«Aquellos preciosos niños, aquellas angelicales criaturas que con sus manecitas manejaban las simbólicas banderas de la patria y de la Cruz Roja, que movían después los vistosos arcos ejecu tando con ellos caprichosas figuras, que más tarde se agrupaban al pie de aquel precioso aparato donde aparecía el artístico grupo, soberbio remate de tan bien ejecutado como concebido espectáculo, parecían verdaderos ángeles bajados desde el mismo Paraíso para cantar las excelencias de la Reina de los Cielos. Tuvisteis gusto, originalidad, arte para presentar vuestra Danza y mereceis nuestra gratitud, el agradecimiento eterno de nuestros corazones. Recibid por ello el humilde aplauso de vuestro leal amigo». Concluía así Pedro J. de las Casas su artículo de agradecimiento por tan singular acto. (La Defensa, 4 de mayo de 1990).
El artista pasense Wifredo Ramos (El Paso, 1935) apuntaba desde las páginas del Diario de Avisos, en el año 2005, que en esta Danza de El Paso (1900) actuó la niña Antonita Ramos con 10 años de edad, y con ochenta recitaba algunos versos de la misma, entre ellos, los siguientes:
De El Paso venimos
aquí a la Ciudad,
a gozar (honrar) de la Virgen
en su festividad.
Y al son de la danza
con fe sin igual
a todos brindamos
amor fraternal.
Loor a la Virgen
imagen sagrada
que es madre adorada
del pueblo palmés.
Hoy lleno de gozo
humilde y rendido
tu pueblo querido
se postra a tus pies.
El que fuera alcalde de El Paso, Pedro Capote Gutiérrez (1865 – 1951), realizó una crónica para La Unión: Revista Literaria, publicada el 1 de julio de 1900, sobre la representación de esta danza con motivo de las celebraciones en honor a la Virgen de Bonanza, patrona de El Paso, apenas un mes después de su escenificación en la fiestas de la Bajada. En ella se nos detallaba en qué consistió la ejecución del espectáculo artístico. Transcribimos parte del mismo por su gran valor documental:
«Las fiestas que en los días 25, 26 y 27 del pasado mes de mayo se celebraron en honor a la patrona de esta Villa, María de Bonanza, obtuvieron un resultado bastante regular.
La renombrada danza, que tanto éxito ha alcanzado en Sta. Cruz de la Palma en las pasadas fiestas de Las Nieves, llamando la atención de cuantos extranjeros presenciaron dicho número de los festejos por la precisión con que aquellas pequeñas criaturas ejecutaban las variadísimas figuras de que la referida danza se compone.
En la noche del día 27 y como remate a tan agradable festival, que tantos recuerdos ha dejado en nuestros corazones, se había acordado la ejecución de la susodicha danza, para lo que se había colocado frente a la plaza de esta Villa un espacioso tabladillo. Sobre esta saliente superficie, aparecía una roca, elevándose a la vez en la parte superior de la misma una sencilla pero elegante torre. A los acordes de la música se oía dentro de dicha roca, un coro de voces infantiles; y como esto llamase la atención a dos inocentes guanches que próximos a ella se encontraban, procedieron con vivo ardor a cavar con sus picas en la boca de una cueva, como queriendo cerciorarse de lo que allí pasaba. Los guanches en su afán de descubrir aquel asombroso encanto, se ven nuevamente sorprendidos al oír el canto de dos Ángeles, que al pie de la torre aparecieron. La cueva se abre, saliendo de ella de dos en dos, veinte y cuatro niños de ambos sexos, lujosamente vestidos: los que dirigiéndose a un pedestal, sacan a un tiempo las banderolas que en él se hallaban (españolas los niños, y las niñas de la Cruz Roja) y elevándose a la vez de dicho pedestal una nube blanca, se ve envuelto por ella el nombre de esta Villa.
Los niños hacen variadas figuras con las banderas, y pasando por la parte opuesta al aparato las abandonan, apareciendo nuevamente con arcos artísticamente adornados, con los cuales hacían preciosas figuras; no cansando el ver aquellas pequeñas criaturas, ejecutaron soltura y maestría tan complicados y distintos grupos.
A los veinte y cinco o treinta minutos de este grandioso espectáculo, los danzantes vuelven a la roca, la rodean al compás de un coro, y, aquí la sorpresa, la torre desaparece rápidamente y se presenta a la vista otro nuevo cuadro. Entonces sobre una mesa giratoria, se ve una pequeña niña vestida de matrona que representa la Ciudad: a su lado una cruz y seguida a ésta un niño figurando S. Miguel, patrono de esta Isla; en la parte opuesta, una palma y fervorosamente asida a ella, una niña que representando la Fe, señala con el dedo índice de su mano derecha al cielo como si dijera: Allí debe estar el corazón, allí está todo.
En el centro de este grupo había otro pedestal, sobre él dos niñas ricamente vestidas de ángeles y sobre aquel una bola imitando un copo de nieve, el cual abriéndose en seis partes, dejaba a la vista el dulce nombre de María. La mesa giraba paulatinamente; los niños cantaban, y hermoseado este maravilloso cuadro por infinidad de luces de bengala, me hacía creer que estaba en un profundo sueño.
El inmenso público que presenciaba absorto tan sublime espectáculo, no pudo menos que coronar dicha obra con una estrepitosa salva de aplausos y vivas, en señal del magnífico efecto que dicho número de los festejos produjo en todos los espectadores.
El iniciador y director de este número de fiesta que guardará imperecedera memoria, fue Antonio Herrera Martín, siendo los autores respectivamente de la letra y música de aquella preciosa composición los Sres. D. Domingo Carmona Pérez y D. Elías Santos Abreu, a quienes envío la más cordial enhorabuena por las simpatías que supieron captarse».
Con el recuerdo de estas danzas, desde el municipio de El Paso, hemos querido contribuir a mantener vivos, en la memoria colectiva de la isla de La Palma, algunos episodios significativos de la historia de las Fiestas de la Bajada de la Virgen de las Nieves en plena apoteosis de las mismas, durante su LXX cita quinquenal.
*Carlos Valentín Lorenzo Hernández es cronista oficial de El Paso
Bibliografía:
HERNÁNDEZ BRAVO, Ricardo. «Notas para un estudio de la actividad teatral en el Valle de Aridane, isla de La Palma, (1778 – 1924)». Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 1 (2005).
RODRÍGUEZ ESCUDERO, José Guillermo. «Antiguas danzas infantiles en honor a la Virgen de las Nieves». Prensa digital (Isla de La Palma, 6 de junio de 2010).
PINO PÉREZ, Antonio. «De El Paso venimos…». Diario de Avisos (Santa Cruz de La Palma, 1 de junio de 1955).
RAMOS HERNÁNDEZ, Wifredo. «La Bajada de las Nieves y El Paso». Diario de Avisos (Santa Cruz de Tenerife, 8 de julio de 2005).
Prensa:
La Asociación (Periódico político independiente); La Defensa: periódico político y de intereses materiales; La Unión: Revista Literaria.
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