La Fundación Isonorte inicia el ‘Programa Conecta’ para luchar contra la alta exclusión

La Fundación Isonorte ha recibido una subvención del Cabildo de La Palma por importe de 13.911,57 euros, que le permite poner en marcha el Programa Conecta para luchar en los municipios de Puntallana, Barlovento y San Andrés y Sauces contra la alta exclusión social, informa en una nota de prensa. 

El presidente de la Fundación Isonorte, Eduardo Calderón, destaca que esta iniciativa tiene su origen en el proyecto Integra Isonorte, y nace con el objetivo de paliar la realidad latente que supone los elevados datos de pobreza del Archipiélago, centrándose en La Palma en reducir los efectos psicosociales de la población en alta exclusión de los municipios afectados, con una dificultad añadida como es la lejanía de los núcleos poblacionales de la isla y donde las dificultades para combatir la alta exclusión se agudizan. 

Conecta Isonorte, coordinada por Ariane Elvira, cuenta con un equipo formado por un psicólogo y un educador social, que trabajan de manera coordinada con los trabajadores sociales de los ayuntamientos,  permitiendo a sus beneficiarios abordar la multitud de factores estructurales, sociales y personales que han llegado a tales niveles de deterioro y que son incapaces de salir de esa situación por sí mismas, con unas condiciones de vida en precario que no hacen más que desarrollar los efectos psicosociales asociados a los procesos de exclusión social, que con el tiempo se cronifican. Por lo tanto, se apunta en la nota, si una multitud de causan pueden dar lugar a la exclusión social, esta situación da lugar a que se generen una cantidad heterogénea de efectos psicosociales. 

La exclusión social, añade, además de las circunstancias económicas, entran en juego otras circunstancias como la desvinculación y deterioro del entorno familiar y social, por la afección sobre el estado de salud físico y mental, sobre el estado emocional, por la carencia y/o pérdida de habilidades sociales y otra serie de desajustes personales y convivenciales relacionados con adicciones, violencia, o de valores, entre otros. 

Eduardo Calderón incide en que a esto se le debe de sumar las grandes dificultades para la integración social a través de la inserción laboral y educativa por sus déficits para utilizar esta vía. Cabría añadir además que la exclusión social también se caracteriza por la lejanía en el acceso a sus derechos ciudadanos, a su participación social y a la debilidad de las redes institucionales que carecen de políticas integrales consolidadas para atender y satisfacer la inclusión social de todas las personas.