CC-NC no respalda la misión española en Malí
Los dos diputados de CC-NC en el Congreso se abstuvieron en la mañana del miércoles de respaldar con su voto al Gobierno central por su participación, junto a Francia, en la guerra de Malí, en protesta por no haber sido informado el Gobierno regional sobre los detalles de esta operación y por cómo podría afectar a Canarias.
Según reveló durante el debate la portavoz de los nacionalistas, Ana Oramas, el presidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, remitió hace veinte días un escrito a La Moncloa “solicitando que se abriera una línea de comunicación permanente” con el Gobierno de Canarias en relación con Malí, por “por las implicaciones que pudiera tener para las Islas como territorio cercano al conflicto”, pero, al menos a fecha de ayer, no se había recibido respuesta alguna de miembros del Ejecutivo.
“Lamento su abstencion en un caso que afecta a España y singularmente a Canarias”, manifestó el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, dirigiéndose a Oramas, cuando en uso de su turno de réplica respondió a todos los grupos.
Junto a las dos abstenciones de CC-NC, el Grupo de Izquierda Plural y varias formaciones del Grupo Mixto votaron en contra de la autorización al Gobierno que solicitaron conjuntamente a la Cámara García Margallo y el ministro de Defensa, Pedro Morenés.
No obstante, la amplia mayoría absoluta del PP se vio reforzada por el respaldo que, aunque con distintos matices, dieron a la intervención militar el PSOE, CiU, PNV y UPyD.
Durante su breve dicurso, Oramas espetó a Margallo que lo delicado de estos asuntos de Estado aconseja “que no sean hablados en público” y que “no es de recibo” que no haya habido comunicación del Gobierno ni con el presidente regional “ni con esta portavoz, como sí ha sucedido en otras épocas de Gobierno”.
Según la dirigente nacionalista, el Gobierno regional está “profundamente preocupado” y sigue “con inquietud” el desarrollo del conflicto maliense y, en este sentido tambiçen señaló que desde hace décadas existe en el Archipiélago “un fuerte movimiento social e institucional para que siga siendo una Plataforma Internacional de Paz”.
La portavoz de CC incluso se refirió, para ilustrar dicha sensibilidad hacia la paz, al referendum sobre la OTAN celebrado en 1986 en el que, pese a salir triunfante la adhesión en toda España, en Canarias hubo más votos favorables a la salida de la organización que a la permanencia.
No obstante, y pese a la abstención en protesta por la falta de información, Oramas respaldó y consideró “legítima” la intervención francesa en Malí, argumentando que la región del Sahel “no puede convertirse en el refugio del islamismo radical y de la violencia”.
Combate contra el yihadismo
Como es sabido, desde el pasado 11 de enero, tropas francesas se encuentran en Malí respaldando al ejército de este país en su combate contra una coalición de tres grupos yihadistas -entre los que, además de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) se encuentran los denominados MUYAO y Ansar Dine-, que desde enero del año pasado comenzaron a hacerse con el control de la región de Azawad, al norte del país.
Si bien en un primer momento estos grupos de carácter religioso contaron con el respaldo del grupo tuareg laico Movimiento Nacional de Liberación Azawad (MNLA) y juntos proclamaron una república independiente, el MNLA fue pronto marginado de la revuelta ante la prioridad de los yihadistas, en muchos casos llegados de fuera de Malí, de imponer entre las poblaciones bajo su control de la versión más rigorista de la Ley Islámica (sharia).
El pasado 11 de enero el avance de los yihadistas sobre el sur, amenazando la capital de Malí, Bamako, fue el detonante de la intervención francesa, tras recibir una petición de ayuda del ejército maliense.
Tras tres semanas de combates, las fuerzas francomalienses han logrado la retirada de los yihadistas de las principales ciudades de Azawad que habían ocupado, como Gao y Tombuctú, organizándose asimismo un contingente de tropas de la Comunidad de Estados de Africa Occidental (CEDEAO) para la ocupación sobre el terreno y la normalización de la situación.
España contribuye ya a la operación francesa con un avión de transporte Hércules, y 54 militares, para transportar tropas internacionales de Dakar a Bamako, y tiene previsto el próximo envío de unos 50 efectivos dentro de una misión de la UE entrenamiento del ejército maliense, que durará unos 15 meses y costará 3,8 millones de euros.
No obstante, no se descarta que pudiera haber en el futuro un incremento de la participaciçon española.