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Un PNV canario, el modelo del colectivo Reúna que alienta la reunificación de NC y CC

Bandera de las siete estrellas verdes en una marcha por la independencia canaria

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

El colectivo Reúna, que persigue que las fuerzas nacionalistas empezando por Nueva Canarias y Coalición Canaria vuelvan a agruparse, considera que el PNV “podría ser un modelo de interés” al que podrían encaminarse los partidos isleños, “porque ha evolucionado de posiciones de centro-derecha a otras bastantes progresistas, abiertamente socialdemócratas”, según afirma el portavoz Josemi Martín.

Ese es el tipo de nacionalismo canario que persiguen las personas “independientes de cualquier grupo político” que conforman el colectivo, que se define como “un espacio desde la sociedad civil para ayudar, apoyar, construir caminos que lleven a la reunificación”, y que nace después de que Coalición Canaria perdiera el poder en el Ejecutivo regional por primera vez desde 1993. Entre sus impulsores se encuentran personas vinculadas a la Fundación Tamaimos, a título individual.

Buscan “allanar caminos” para que las Islas cuenten con esta opción y se acabe con el actual estado de “división de fuerzas” en el que se encuentra. A juicio de Martín, si esta posición política quiere ser “una fuerza hegemónica, debe situarse en el centro progresista, con tintes liberales”, asegurando que esto “no es una contradicción” y sin entrar a valorar “la perspectiva histórica”, pues la primera confluencia que aglutinó al nacionalismo del Archipiélago en democracia estuvo representada por la Unión del Pueblo Canario, de izquierdas y autodeterminista.

Y alude al programa de Coalición Canaria y Nueva Canarias, cuya confluencia celebró: “Es bastante sensato y realista, moderado, pero con un tinte claramente progresista, sobre todo en libertades y derechos sociales”. Y, a juicio de Martín, responde a las expectativas del “pueblo isleño”, que “no es conservador, no es de derechas”, sino que “es moderado”.

Sobre la posibilidad de que el acuerdo entre ambas fuerzas de cara a las elecciones del 10 de noviembre se traslade al Gobierno regional en un pacto con el Partido Popular, Martín dice que “serían los partidos quienes deben decidirlo en el caso de que eso fuera un escenario, que ni siquiera lo sabemos, si es posible o deseable”, pero, en cualquier caso, considera que aún es pronto para que una fuerza nacionalista lidere el Ejecutivo regional.

“Las cosas llevan su proceso. El nacionalismo no es perfecto y los partidos nacionalistas tampoco. Tanto a unos como a otros les corresponde hacer autocrítica por los últimos años, por la relación que han construido entre ellos y los fallos que han podido cometer desde las instituciones. Hay que repensar muchas de las ideas sobre las que se construyó el nacionalismo canario históricamente. Refundar el nacionalismo, de alguna manera. Debe haber relevo generacional, nuevos líderes”, relata el portavoz de Reúna.

Sobre la amalgama de ideologías que existen en el nacionalismo canario, Martín defiende que  “en todos los partidos hay contradicciones, hay diferencias”, y pone como ejemplo el PSOE, donde “hay gente que es más de izquierdas, otra es más de derechas y eso también le pasa al nacionalismo. Es lo más normal del mundo”.

Crecimiento económico o protección del territorio

Crecimiento económico o protección del territorioLa posición que a juicio de Reúna deben mantener las fuerzas nacionalistas en Canarias en cuanto al modelo de desarrollo no es ni apostar por el crecimiento económico ni por la protección del territorio, sino que estos dos factores confluyan.

“Muchas veces la sociedad y el nacionalismo ven una contradicción entre el crecimiento económico y la protección del territorio. Que no se puede crecer si no es machacando el territorio. Que si protegemos el territorio no se puede crecer económicamente”, pero, según Martín, “el reto es conjugar la defensa del territorio con un razonable crecimiento económico que no solo tenga un componente sostenible indudable, para luchar contra el cambio climático, sino también un componente social, porque el nacionalismo se tiene que ocupar de las personas si quiere ser un proyecto seductor, mayoritario y hegemónico”.

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