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El PSOE acaba con un cuarto de siglo de poder de Coalición Canaria con un pacto por la izquierda

Casimiro Curbelo, Román Rodríguez, Ángel Víctor Torres y Noemí Santana, tras anunciarse el acuerdo de progreso en Canarias

Alexis González

Las Palmas de Gran Canaria —

El PSOE volverá a presidir el Gobierno de Canarias 26 años después de que una moción de censura de sus propios socios de entonces, las antiguas Agrupaciones de Independientes de Canarias (AIC), acabara con el segundo mandato de Jerónimo Saavedra y diera origen a la fundación de Coalición Canaria. Así lo han acordado este jueves los socialistas sellando un pacto cuatripartito con Nueva Canarias, Unidas Podemos y la Agrupación Socialista Gomera, que de no quebrarse, hará presidente al secretario general del PSOE, Ángel Víctor Torres, con un Ejecutivo de cuatro colores del que formaran parte las cuatro formaciones firmantes.

El acuerdo, que será presentado este sábado en Tenerife, viene a culminar un proceso histórico de desalojo de Coalición Canaria del poder en las instituciones de las Islas, iniciado el sábado en los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, y ahora con este pacto por el cual 37 de los 70 diputados de la Cámara harán presidente a Ángel Víctor Torres: 25 del PSOE, 5 de Nueva Canarias, 4 de Podemos y 3 de Agrupación Socialista Gomera, estos últimos clave para decantar la balanza hacia un pacto por la izquierda. Los firmantes no han detallado aún el reparto de áreas y vicepresidencias que pretenden cerrar antes del próximo martes, cuando se constituya el nuevo Parlamento de Canarias.

Coalición Canaria ha intentado en vano, durante los últimos días y horas, evitar un desalojo del Gobierno regional de consecuencias impredecibles para su futuro como partido. Tanto, que en sus intentos desesperados por seguir en el Ejecutivo ha llegado a ofrecer la Presidencia al líder regional del PP, Asier Antona, en un pacto de derechas al que debía sumarse Ciudadanos y los gomeros de ASG.

Sin embargo, el veto de Ciudadanos al presidente en funciones, Fernando Clavijo, por su condición de investigado por la Justicia en el denominado caso Grúas, ha sido un escollo insalvable para ese pacto de derechas. Y eso a pesar de las intensas presiones que Clavijo y la cúpula de CC han ejercido en Madrid para que PP y Cs forzaran a los suyos en Canarias a mantener a Coalición en el poder. Incluso, en un intento final de última hora, Coalición llegó a plantearse la renuncia de Clavijo, una condición impuesta por Ciudadanos que no lo quería en el Consejo de Gobierno.

Ese escollo ha sido finalmente determinante para que el cuatripartito de centro izquierda sea una realidad a partir de la semana próxima, cuando el martes 25 se constituya la Mesa y el Parlamento de Canarias. Y la decisión final ha quedado en manos de tres diputados de la isla de La Gomera, de ASG, que con sus 6.000 votos estaban dispuestos tanto a llegar a acuerdos con sus excompañeros del PSOE como a seguir manteniendo a CC en el poder, siempre y cuando Fernando Clavijo fuera presidente, dada la estrecha relación de este y el líder de ASG y presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo.

El caso es que Ángel Víctor Torres, el futuro presidente si nada se tuerce en los próximos días, logró esta semana acelerar las negociaciones y adelantarse a las ofertas envenenadas de Coalición Canaria, que llegó también a tantear a sus antiguos compañeros de Nueva Canarias para cerrar un pacto de centro derecha en el que no estuviera Ciudadanos por su veto a Fernando Clavijo.

En el poder desde 1987 y con un ojo amoratado

El acuerdo viene a ser un segundo golpe casi letal para Coalición Canaria, que en breve puede verse fuera del poder no solo en el Ejecutivo regional, sino en los cabildos de Tenerife, La Palma, Lanzarote y Fuerteventura. Ya ha perdido otras plazas históricas como los ayuntamientos de Santa Cruz y La Laguna.

Para un partido que nació en el poder y nunca ha estado en la oposición desde su fundación, puede significar su lenta descomposición en un camino de vuelta hacia su misma génesis, unas agrupaciones de independientes de cada una de las siete islas que llegó a tocar poder en 1987, en un pacto de derechas con AP-PDP-UL (el viejo Partido Popular) y el también extinto CDS, reconvertido después en las Islas en Centro Canario Independiente (CCI) y más tarde Nacionalista (CCN).

Esas antiguas Agrupaciones de Independientes de Canarias (AIC) gobernaron también en 1991 con el PSOE, haciendo presidente al histórico secretario general Jerónimo Saavedra, quien después fue ministro de los gobiernos de Felipe González. Pero ese Pacto de Hormigón duró tan solo dos años, los justos hasta que esos mismos socios del PSOE presentaron una moción de censura a Jerónimo Saavedra con su propio vicepresidente del Gobierno, Manuel Hermoso (AIC), al frente. Medio gobierno se censuró a sí mismo para desalojar al otro medio.

Hermoso se convirtió en el primer presidente de Coalición Canaria en una sesión plenaria agitada, en la que incluso hubo que recurrir a la fuerza para que dos de los diputados que debían apoyar esa moción de censura estuvieran presentes. La anécdota es muy conocida en Canarias: desde la fontanería de AIC se ordenó traer por la fuerza a esos dos diputados que se habían escondido en el hotel Mindanao de Madrid, Antonio Cabrera y Honorio García Bravo, del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL). García Bravo apareció en el pleno de la moción de censura con un ojo amoratado. Los dos gorilas que había mandado Martín Paredes habían hecho su trabajo.

Sucedió un 31 de marzo de 1993 y ahí nació Coalición Canaria, una confluencia de partidos de todas las ideologías (procedentes de UCD, CDS, el PCC-PCE, Izquierda Canaria Unida o el nacionalismo de izquierdas) que ha escrito la historia política de las islas desde entonces, siempre gobernando con los apoyos o del PSOE, o del PP. De ahí que este acuerdo que será presentado formalmente el sábado en Tenerife puede todavía vivir todo tipo de presiones hasta que se convoque la sesión de investidura. A la que se espera que los diputados acudan sin ojos amoratados. 

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