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Soria ordena pasar factura a los cargos del PP canario que apoyaron a Santamaría

De izquierda a derecha: Asier Antona, Soraya Sáenz de Santamaría y Australia Navarro.

Alexis González

Las Palmas de Gran Canaria —

La obsesión del exministro José Manuel Soria con la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría va a pasar factura en el PP de Canarias. Su vuelta a los cenáculos del poder por su apoyo indisimulado al nuevo presidente nacional, Pablo Casado, lo tiene “eufórico”, explican fuentes del partido, y ya quiere cobrarse sus facturas con la cúpula regional que ha apoyado contra sus deseos a Santamaría.

Hace tiempo que Soria le ha puesto una cruz al presidente regional del partido, Asier Antona, su sucesor tras la dimisión del exministro por su implicación en los papeles de Panamá y descubrirse que tenía cuentas en el paraíso fiscal de Jersey. Antona se posicionó a favor de Santamaría durante la campaña, pero el viraje en el último momento de la secretaria general y presidenta del PP de Gran Canaria, Australia Navarro, es lo que realmente le ha sentado a Soria como una traición.

Tanto, que consciente de que no ha llegado el momento para remover cargos en el partido, ya quiere la cabeza de Australia Navarro como portavoz del grupo del PP en el Parlamento de Canarias. Las fuentes consultadas por este diario no dudan en señalar que ese será el primer paso contra los que apoyaron a Santamaría en las Islas, sobre todo porque Soria consideraba a Australia Navarro “una de las suyas” en su cruzada contra la exvicepresidenta. Y en el último momento rechazó formar parte de la lista de Casado, como el presidente de Tenerife, Manuel Domínguez.

Junto a Manuel Domínguez, también quedan marcados por su sorayismo Zaida González, primera teniente de alcalde de Santa Cruz de Tenerife, y el concejal de Urbanismo, Carlos Tarife. O en Gran Canaria el consejero del Cabildo Carlos Ester.

Pero la traición de Australia Navarro, en los registros de Soria, es imperdonable. “Que Australia apareciera en la lista de Soraya nos chirrió a todos”, explican esas fuentes. Un error de cálculo la víspera de la votación del sábado sobre quién iba a salir vencedor del Congreso, que hasta dejó sorprendida a quien ese mismo viernes fue llamada para entrar en la lista de Casado por el rechazo de Navarro, la diputada María del Carmen Hernández Bento.

El relevo en la portavocía del grupo parlamentario del PP en la Cámara regional se considera como la primera “prueba de lealtad” que deberá afrontar Asier Antona con Casado. Soria aparece como el muñidor de todo en la sombra, pero también es el diputado nacional Guillermo Mariscal, hasta ahora siempre en un segundo plano, quien empieza a marcar el terreno por ser hombre de confianza de Pablo Casado. Guillermo Mariscal todavía no ha entrado en la Ejecutiva nacional, en la que ya están Mari Carmen Hernández Bento y Manuel Fernández, pero por su condición de diputado se le tiene reservado un puesto de relevancia en Génova.

Mariscal y Soria, en la medida que determine finalmente Casado, están llamados a manejar la confección de las listas electorales del PP cara a las elecciones de 2019, y con esos marcajes deberá lidiar el presidente regional, Asier Antona, que seguirá al frente del PP de Canarias hasta esos comicios.

Del resultado de las elecciones, con muy bajas expectativas para el PP en las Islas, dependerá el momento en que la nueva dirección nacional decida que toca relevar a la cúpula caída en desgracia. A la que José Manuel Soria ya tiene sentenciada.

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