Carolina Darias
Fue durante una breve temporada la esperanza blanca del PSOE canario. Discreta, equilibrada, laboriosa, tenaz? parecía la única solución a todas las vacantes y todos los problemas de un partido instalado y autocomplaciente. Nadie es fórmula de Fierabrás: tardó en decidirse y ahora el arroz se le ha pasado.