El coordinador de Esclerosis Múltiple del HUNSC insiste en la “detección precoz” para luchar contra la enfermedad
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 17 (EUROPA PRESS)
El coodinador de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), Miguel Ángel Hernández, insiste en la “detección precoz” para combatir la enfermedad, que en Canarias presenta una prevalencia de entre 60 y 70 casos por cada 100.000 habitantes. Sólo en la provincia de Santa Cruz de Tenerife hay unos 1.500 casos.
En declaraciones a Europa Press, Hernández aclara que la mejor medida de prevención es el “tratamiento precoz”, justo cuando aparece el primer brote de la enfermedad. “Hace 20 años el diagnóstico era incierto y de pronóstico severo, pero hoy los tratamientos han mejorado mucho, especialmente si comienzan en fases iniciales”, afirma.
Los síntomas más característicos de la enfermedad son la pérdida de visión de un ojo, la pérdida de sensibilidad en las extremidades, y trastornos motores, como debilidad general, alteración del equilibrio o pérdida de fuerza. “A veces duran días y después evolucionan a la mejoría, pero si no se tratan los síntomas pueden ser más fijos. Y si esto no es tratado quedan secuelas permanentes, por eso es importante que la gente acuda al médico desde que sufre el primer episodio”, sostiene.
Los orígenes de la enfermedad son genéticos, que predisponen a padecerla pero no hereditarios, y también ambientales. Según Hernández, hay mayor incidencia en las latitudes Norte de ambos hemisferios, en tanto que la exposición al sol ayuda a protegerse por la generación de vitamina D.
Su incidencia es más frecuente en las mujeres que en los hombres y está clasificada como una enfermedad joven, porque el tramo de edad más afectado son personas de entre 20 y 30 años. No en vano, es la causa de discapacidad más alta en pacientes jóvenes por debajo de los 45 años en Europa, por encima, incluso, de los accidentes de tráfico.
TRATAMIENTOS
Ante la celebración del 'Día Nacional de la Esclerosis Múltiple' mañana domingo, Hernández avisa de que un buen tratamiento, “aunque es caro” [entre 600 y 1.500 euros al mes], es una gran inversión a largo plazo “porque si va bien, a la persona la mantenemos laboralmente activa, no será un pensionista ni un jubilado precoz, y tendremos una persona útil y con calidad de vida”.
En ese sentido, destaca la consolidación de los nuevos tratamientos por vía oral que duplican la eficacia del tratamiento clásico de Interferón, y espera que pese a los ajustes presupuestarios de la Administración en 2012, se siga manteniendo la prestación de estos medicamentos. “Pocas personas pueden pagar estos tratamientos, ni siquiera gente de rentas altas, y aunque somos conscientes de que hay que ahorrar, debemos luchar entre todos por mantenerlos”, comenta.
