Solo el diputado Díaz-Estébanez (Coalición Canaria) oyó las amenazas que dice que profirió Francisco Déniz (Podemos)
Solo el diputado de Coalición Canaria José Alberto Díaz-Estébanez oyó las amenazas que él asegura que profirió su homólogo en el Parlamento de Canarias Francisco Déniz, de Sí Podemos, al término de la comisión de control de Radiotelevisión Canaria celebrada el viernes en la Cámara regional. Ninguna de las personas presentes atestigua que Déniz le dijera “la próxima vez te arranco la cabeza”, como dice Díaz-Estébanez que le susurró al oído después de llamarlo “mantenido”, de lo que sí dan fe varios de los testigos, incluido él mismo.
El diputado de Sí Podemos ha admitido que se enfadó mucho cuando el nacionalista le indicó que estaba en el Parlamento por ser “un mantenido de Carlos Sosa”, el periodista que dirige el periódico Canarias Ahora y más recientemente un programa en Televisión Canaria, Trópico Distópico, tras más de veinte años vetado en los medios de comunicación públicos de las islas. Esa parte de la conversación, que fue subiendo de tono paulatinamente, sí confirman varios testigos haberla oído, pero ninguno garantiza que lo que le susurró al oído Francisco Déniz fuera la amenaza que acto seguido vociferó ante todos Díaz-Estébanez para señalar a su compañero en la comisión parlamentaria.
La comisión de control había transcurrido con cierta tensión especialmente provocada por el diputado de Coalición Canaria y por la portavoz de Ciudadanos en la Cámara, Vidina Espino. El primero acusó reiteradamente al administrador único de Radiotelevisión Canaria de contratar un programa de televisión que, a su entender, estaba destinado al “adoctrinamiento ideológico”, en referencia a Trópico Distópico, al que descalificó también por su cuota de pantalla (un 2,9 el último miércoles). Vidina Espino, por su parte, se quejó de manipulación informativa en los informativos de la televisión por un caso concreto en el que unas declaraciones suyas sobre una supuesta subida de sueldos encubierta en el Gobierno regional habían sido emitidas en la primera edición del Telenoticias pero sustituidas por otras en la segunda.
Fue al término de esa sesión cuando, con los ánimos caldeados, la presidenta de la comisión, Carmen Hernández, de Nueva Canarias, convocó a los portavoces para organizar la siguiente reunión. Ya con las cámaras oficiales del Parlamento apagadas, el diputado de Podemos Francisco Déniz reprochó especialmente a Díaz-Estébanez que se quejara ahora de falta de neutralidad de los servicios informativos después de casi treinta años de gestión de Coalición Canaria, plagados de acusaciones en ese sentido. Fue entonces cuando el diputado nacionalista le insultó llamándolo “mantenido” y vinculándolo al periodista Carlos Sosa.
Déniz, con 32 años de docencia a sus espaldas, ha declarado no haber hablado en su vida con el periodista y aseguró que lo que le susurró al oído a Díaz-Estébanez fue que no le calentara la cabeza, y nunca que se la fuera a arrancar tras aquel insulto.
Mientras el diputado de Podemos abandonó de inmediato la sala y guardó silencio hasta ahora, el de Coalición Canaria vociferó al momento lo que dijo que le acababan de decir y corrió a las redes sociales a lanzar duras acusaciones contra Déniz.
Al día siguiente, este sábado, lanzó varios mensajes en Twitter mostrando su disposición a olvidar el incidente “y no volver a mencionarlo” si el otro diputado “pide disculpas entendiendo que sólo fue un calentón dialéctico sin premeditación o voluntad de provocar ni agredir realmente”. Pero, a continuación, Díaz-Estébanez añadió: “Pero un silencio cobarde por respuesta no es suficiente”.
El presidente del Parlamento canario, Gustavo Matos, del PSOE, ha convocado a los dos diputados y a la presidenta de la comisión de control de RTVC a una reunión el miércoles para aclarar lo sucedido.
No es la primera vez que Díaz-Estébanez protagoniza altercados en el Parlamento regional. El pasado mes de septiembre la emprendió a gritos con un ujier al que exigió de malos modos que cerrara las ventanas de una sala donde se celebraba una reunión porque el ruido procedente de la calle le impedía oír bien. En la calle se celebraba una protesta ciudadana.
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