Dulce Xerach
Soñaba con poder cambiarlo todo en aquél reinado de ensueño que ella creía Camelot, pero era más bien Gruyere. Lo cierto es que hizo sus pinitos, pero no cambio nada. Su mayor mérito es que consiguió sobrevivir sin cambiar ella demasiado. Apenas sus mocasines de colegiala por unos Prada.