El Gobierno canario certifica el deterioro del Oasis
La Cadena RIU ha afirmado este lunes que la Viceconsejería de Turismo del Gobierno de Canarias ha emitido un informe en el que certifica el estado de deterioro y obsolescencia que presenta el Hotel Oasis Maspalomas (Gran Canaria), tanto en su estructura como en la falta de equipamientos necesarios para ser competitivo y un producto de calidad turística.
De esta manera, explicó que el escrito expone el deterioro que registra tanto la estructura metálica del establecimiento hotelero, con más de 40 años de antigüedad, como la red de saneamiento, cocina y comedor del personal, entre otros.
Asimismo, el informe señala que “el establecimiento no dispone de los equipamientos o dotaciones técnicas que le permitirían ser competitivo y ofrecer un producto de calidad adecuado a las exigencias del mercado” y destaca la baja altura de los techos de la recepción o la mala disposición de unidades de alojamiento, entre otros.
Esta declaración de deterioro y obsolescencia del Hotel Oasis Maspalomas por parte de la Viceconsejería de Turismo “coincide con aspectos señalados por expertos de relevancia local y nacional en la amplia documentación técnica que el Grupo RIU presentó ante el Cabildo de Gran Canaria para demostrar que el establecimiento hotelero no posee elemento alguno para ser catalogado como Bien de Interés Cultural”, indica la empresa mallorquina.
A modo de ejemplo cita el caso de la auditoría técnica de 140 folios elaborada por Bureau Veritas, y suscrita por dos arquitectos y tres arquitectos técnicos, en la que se expone que “el establecimiento presenta un estado de deterioro y obsolescencia que requieren la adopción de medidas urgentes encaminadas a restablecer la conformidad con los requisitos básicos de cualquier edificación”.
La estructura tiene graves síntomas de deterioro
Además, RIU apuntó que estos expertos aseguran que “la estructura del hotel tiene graves síntomas de deterioro y una cimentación cuyo estado y durabilidad futura presentan gran incertidumbre en atención a la antigüedad de aquella, y a su emplazamiento en un ambiente de máxima agresividad, lo que afecta a su seguridad”.
La auditoría técnica apunta que “el diseño estructural condiciona la funcionalidad global del establecimiento, no permitiendo cumplir con los estándares requeridos para un uso y disfrute en condiciones de seguridad, accesibilidad y confort”.
Finalmente, el grupo de expertos afirma que “ante las soluciones existentes solo cabe optar por la demolición”.