Ildefonso Chacón
Era pequeño, correoso, duro y al mismo tiempo cordial: majorero en estado puro. Quiso trascender la isla y parió las AIC con Hermoso. Luego le hizo presidente. Soñó que Fuerteventura seria California. Pero la política no perdona esos sueños. Y Hermoso no le perdonó a él. Algo debió hacerle.