Los informativos de la Televisión Canaria, por dentro
El periodista no podía dar crédito a lo que le ocurrió a su entrevista con Paulino Rivero, presidente del gobierno autonómico, minutos después de grabarla para los informativos de la Televisión Canaria. “Solo estábamos Rivero, con un asesor, y yo, con el cámara y el técnico de sonido. Al llegar a la Redacción, me dijeron los totales -cortes de la entrevista- que debíamos emitir. Es imposible que nadie allí conociera el contenido. El asesor tuvo que hablar con alguien, y me transmitieron las órdenes”.
Censura, consignas políticas, manipulación. En estos términos se expresan los trabajadores de informativos de Televisión Canaria consultados. Se refieren sobre todo a la información política, la más sensible para un gobierno regional al que, según sus testimonios, se aplica un sesgo favorable, sistemático y consciente. Se trata de profesionales que hablan de manera anónima, fuera de su lugar de trabajo, ya que podrían jugarse su puesto en un momento en el que producen despidos en el ente público.
El problema no es tanto una cuestión de partidos como de un sistema emponzoñado desde dentro. El director general de Radio Televisión Canaria (RTVC), Guillermo García en este momento, es elegido por el gobierno regional, en manos de Coalición Canaria. Ésta nunca ha mostrado verdadero interés en que el Parlamento acometa la elección, como ocurrió en la época de Zapatero en Radio Televisión Española. De hecho es la mayor beneficiada de la falta de independencia de una televisión que este año cuesta 37 millones a los canarios y cuyo director general roza un sueldo anual de 60.000 euros brutos.
PSOE y PP tampoco han querido dotar de independecia a este medio público. Se han mostrado favorables a la elección parlamentaria cuando han estado en la oposición, antes el PSOE, ahora el PP. Pero no parecen haberlo hecho con un interés real, sino para instrumentalizar a la propia RTVC en la refriega política, ya que como socios de gobierno nunca han promovido el cambio.
El caso de la entrevista mencionada arriba no es única. En los informativos de la Televisión Canaria es habitual transcribir las entrevistas para que el editor de turno pueda decidir qué se emite, sin que haya contacto directo entre este y el periodista. Esto ocurre por un problema de prestamismo laboral, ya que el redactor de a pie está contratado por la subcontrata Videoreport Canarias, y los editores y la dirección de informativos, por RTVC. Pero como dice el autor de la entrevista con Paulino Rivero, “a veces antes de transcribir nada ya te dicen qué es lo que hay que dar”.
Desde la dirección de informativos, a cargo de Miguel Ángel Daswani, se niega todo conocimiento de los hechos, y se aduce precisamente que no hay contacto con los redactores. Desde Videoreport Canarias, cuya Redacción dirige Alfonso García, señalan que solo prestan un servicio para RTVC, y por tanto no deciden los contenidos. Aunque las dos situaciones son ciertas, los testimonios están ahí.
Igual sucede con el Gobierno de Canarias, donde aseguran que la relación con RTVC es exactamente la misma que con el resto de medios de comunicación.
Pero estos argumentos, esta aparente objetividad, se desploman en cuanto se confronta con los testimonios de los trabajadores que elaboran cada día los informativos. “En la primera gran manifestación contra la construcción del Puerto de Granadilla, en Tenerife, recibí una llamada del director general de entonces para que diera planos cortos. Así no se podía ver la dimensión de la protesta, que era de miles de personas”, recuerda un veterano realizador de la casa. “Con Socater -la anterior subcontrata- asistí a las reuniones de escaleta y ya veía el mamoneo. Todo estaba al servicio del gobierno, toda su agenda diaria había que cubrirla. Me veía obligado a mandar un equipo a cada evento solo para hacer acto de presencia”, recuerda.
Una redactora compara la cobertura informativa de las protestas contra el Puerto de Granadilla con las de las futuras prospecciones de Repsol en aguas canarias. En el primer caso, que iba contra las tesis del gobierno, se intentó obviarlo desde un principio, y en el segundo caso, cuyas movilizaciones apoyó el gobierno, máxima cobertura en cada una de las manifestaciones.
“Las críticas a Paulino Rivero no existen. Todos los domingos se saca lo que dice en su blog, y ha llegado a haber una persona en la Redacción esperando a que lo actualice”, comenta otra redactora. “Cuando alguien saca una información que no va por esa línea, el editor la cambia y no ponen la firma. No hay voz crítica con el gobierno. Todo se obvia, se niega, se dibuja”.
“Si un tema le perjudica al gobierno, se emite con un enfoque que decide la dirección de informativos, o directamente se veta.”, explica un cuarto periodista. “Lo peor es que todos actúan igual en esto, la estructura es monolítica y el editor sabe bien cuál es su función”.
El Consejo de Informativos
En 2010 se produjo una huelga de informativos en RTVC. Ese año, en medio de las protestas, se planteó por parte de algunos trabajadores la creación de un Consejo de Informativos similar al de RTVE, que contara con voz en todas las decisiones relevantes, como la elección del director de informativos -los trabajadores de RTVE acaban de rechazar el suyo con un 70% de los votos en contra-. Pero la idea fue abandonada ante cuestiones mucho más urgentes e inmediatas, como la aplicación del convenio firmado con la anterior subcontrata, que finalmente lograron.
“Lo editorial es el gran tema”, señala uno de los periodistas. “Los trabajadores estamos de acuerdo en que quien decida los contenidos sea alguien que no haya sido puesto por el gobierno, que no responda a los intereses del gobierno”.
“Trabajé otras televisiones públicas, y también había manipulación a favor del gobierno autonómico, pero la gente apoyaba a la televisión porque la veían como algo propio, de su cultura. Aquí no, la gente ve la poca calidad de lo que se emite y quieren que la cierren”, comenta el realizador.
“Me preocupa que la gente no vea que Canarias es la comunidad autónoma con más paro, no en la que menos sube el paro. Que las prospecciones no son el demonio porque al gobierno le interesa dar esa imagen, sino una opción que hay que debatir. Que se emitieron más sucesos cuando se estaba preparando la Policía Autonómica”, comenta otro de los redactores, que se muestra muy crítico con el ente público. “La Televisión Canaria hace casi todo lo contrario de lo que una televisión pública debería hacer”.