JM Pérez reivindica el tono progresista del Gobierno
El líder de los socialistas canarios ha asegurado este sábado en Fuerteventura que su partido ha demostrado en Canarias que, pese a la crisis, se puede gobernar en favor del progreso social y contra el retroceso económico.
Así lo ha manifestado el también vicepresidente del Ejecutivo canario en la convención de cargos públicos y orgánicos del partido celebrada en Fuerteventura con la asistencia del secretario federal de Política Municipal, Gaspar Zarrías, quien ha mostrado el rechazo de la dirección socialista a las prospecciones petrolíferas aunque “algún compañero, en su derecho a la libertad de expresión, las apoye”, como ha hecho Casimiro Curbelo.
Según Pérez, los socialistas canarios “están marcando la diferencia” a la hora de afrontar la crisis económica con una “política con mayúsculas” muy diferenciada de la que hace “la derecha”, según ha informado el partido en un comunicado.
El secretario general del PSOE en Canarias, José Miguel Pérez, ha aludido a la aportación de su partido al Gobierno regional, una contribución que, a su juicio, está marcada por “la defensa del estado social” y por “los principios de solidaridad”.
Así, ha asegurado que el PSC ha asumido “la responsabilidad de gobernar en Canarias con un programa adaptado a la situación más difícil de cuantas se han conocido en las últimas décadas”.
“Nos hemos ceñido a dos principios que difieren de los que aplica la derecha: no usar la crisis para desmantelar el estado social o la cohesión social y adoptar políticas alternativas y solidarias contra los retrocesos sociales, económicos y políticos”, ha aseverado.
En opinión de Pérez, la aportación del PSC se ha visto o reforzada en el reciente debate sobre el estado de la nacionalidad, del que han emanado nuevas medidas del Gobierno regional para atender “a aquellos sectores sociales más vulnerables”.
Entre ellas, se ha referido a un programa de empleo social para las familias con todos sus miembros en el paro; un plan de inmersión lingüística y de comedores escolares en los meses de verano; una política de viviendas sociales con alquileres de bajo coste; o un plan de choque contra las listas de espera.
